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En Rawson

OSSE reconoció un problema de fondo y se comprometió a arreglarlo

En diálogo con DIARIO HUARPE, el presidente de OSSE, Sergio Ruiz, confirmó la buena nueva para los vecinos del barrio Jorge Luis Borges, ex CGT, de Rawson. Primero se hará un bypass y luego trabajarán en el sector conflictivo para mejorar los niveles del sistema de cañerías. La obra se encarará con fondos de la provincia.

POR REDACCIÓN

03 de julio de 2017

“Como lo dijo el vecino del ba­rrio que ustedes entrevistaron, el problema de fondo es real”, dijo Sergio Ruiz y agregó que “en ese sector hay un problema de nivel y por eso el colapso reiterado”.

Según explicó el presidente de Obras Sanitarias Sociedad del Estado, cuando la obra se realizó hubo un error de cálculo en los niveles y justo en ese sector la cañería quedó por debajo del resto. Tan es así que ante el primer colapso se tuvo que colocar una estación de bombeo en la zona para sortear el inconveniente. Pero como la estación de bombeo depende de energía eléctrica permanente, cuando hay un corte del servicio la estación no bombea y se empieza a generar acumulación de sólido, que con el tiempo produce un tapón y el colapso del sistema. “Estuvimos hablando con los técnicos de OSSE y hemos decidido atacar el problema de fondo para la solución definitiva”, manifestó Sergio Ruiz.

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“Vamos a hacer un bypass con un a­cueducto que va a pasar por una de las fincas cercanas al lugar y eso nos va a permitir trabajar en el lugar del conflicto para mejorar los niveles del sistema”, aseveró. Con la corrección del error, se va a eliminar la estación de bombeo y con ello la solución del problema es para siempre.

“Si bien la obra es compleja desde el punto de vista de los trabajos por realizar”, dijo Ruiz, “la erogación para su ejecución no es tan elevada, por lo tanto vamos a utilizar fondos de la provincia para su ejecución”.

El último colapso cloacal:

Desde hace cuatro años (cuando la obra de cloacas se inauguró), los vecinos vienen padeciendo cada tres o cuatro meses el colapso del sistema justo en la esquina de Villavicencio y Escudero. El último se produjo a mediados del mes de junio. Hubo decenas de reclamos por parte de los vecinos durante dos semanas, pero nadie solucionaba el problema. La abundancia de líquidos brotados a la superficie ya habían llenando las acequias de cuatro manzanas y, en algunos casos, las aguas servidas habían ingresado a los domicilios. La pestilencia, insoportable y el temor al contagio de enfermedades, incontrolable.

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