Cultura y Espectáculos
A 6 años de la muerte de Ricardo Fort
Fue uno de los últimos mediáticos de la década pasada, su vida estuvo llena de contradicciones y su fin estuvo marcado por la soledad.
POR REDACCIÓN
La vida de Ricardo Fort estuvo marcada por los excesos. Dueño de una fortuna siempre buscó la aprobación de terceros. Alcanzó la fama pero le faltó tiempo para disfrutarla: la muerte lo arrinconó demasiado pronto, con solo 45 años, el 25 de noviembre de 2013.
Luego de su muerte, la figura de Fort adquirió otra dimensión: se convirtió en El Comandante, las redes sociales se colmaron de mensajes de cariño, sus frases (como aquel “¡Basta, chicos!”) empezaron a usarse a diario, sus videos más emblemáticos se incorporaron a la memoria colectiva. Hoy es parte de la cultura digital argentina, se lo idolatra como nunca le sucedió en vida.
El mediático comenzó su carrera como artista en los medios a partir de algunas notas mostrando su estilo de vida y algunas apariciones en importantes programas como el Bailando por un sueño o Infama. Padre de mellizos, Marta y Felipe, antes de morirse le pidió a su expareja Gustavo Martínez que se haga cargo de ellos.
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Actualmente, sus hijos son parte del esquema accionario de la fábrica de chocolates: los chicos tienen entre el 15 y el 16 por ciento de la empresa, la mamá tiene un 50 por ciento y lo que resta se lo dividen entre los hermanos de Ricardo. La administración de los bienes de los mellizos está a cargo de Gustavo, que por su rol de tutor vela por ellos. Sin embargo, sus movimientos son controlados por un asesor de menores de un juzgado.
En vida se destacó por querer hacerse un lugar en la escena del canto nacional, adaptó extraoficialmente decenas de musicales. Como el del Rey León por el cual fue demandado por Disney, o Jesucristo Super Stars que también le trajo polémicas.
Su vida amorosa fue una montaña rusa, primero se lo vio con Violeta lo Re, después con Virginia Gallardo y hasta hizo un reality para buscar pareja donde Erika Mitdank fue la ganadora. Pero las relaciones servían como un telón, después de la muerte de su padre se declaró abiertamente gay.
Ese fue Ricardo Fort, el mediático que buscó llenar el cariño que le faltaba con dinero.