POR REDACCIÓN
05 de noviembre de 2019
Un hombre de 67 años que lidera la Congregación Religiosa del Pueblo de Dios en Santa Fe quedó hoy con prisión preventiva acusado de seis casos de abuso sexual a menores de ese culto, informaron fuentes judiciales. El religioso, cuyas siglas son A.A, fue detenido el domingo 27 de octubre en la ciudad de Puerto Iguazú, Misiones, y las fiscales del caso informaron hoy que existen más víctimas. Las fiscales Alejandra Del Río Ayala y María Celeste Minniti le atribuyeron al religioso la autoría de los delitos de abuso sexual con acceso carnal calificado, por ser ministro de culto, en perjuicio de tres de las víctimas. También lo acusaron de abuso sexual simple reiterado en otros dos casos y de abuso sexual gravemente ultrajante en perjuicio de otra víctima, informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA). Además, en relación a los hechos cometidos en perjuicio de cuatro de las seis víctimas, la fiscal también le imputó por promoción a la corrupción de menores, agravada en dos casos por amenazas, en otro por abuso de autoridad y en el cuarto por violencia, precisaron las fuentes. Los abusos que investigamos fueron cometidos en reiteradas oportunidades entre 2015 y 2017 en perjuicio de seis niñas y adolescentes, todas menores de edad al momento de sufrir las agresiones sexuales, precisaron Del Río Ayala y Minniti. Explicaron que las víctimas eran agredidas cuando se quedaban a dormir en la sede de la congregación religiosa y también al momento de ser trasladadas por el imputado en un vehículo particular. En tal sentido, agregaron que para pertenecer a lo que se denomina Juventud, las niñas debían congregarse y vivir en ese lugar, donde realizaban diversas actividades. Para las fiscales, el religioso procuraba alejarlas de sus familias, quienes confiaban en él a raíz de su posición de líder religioso. De acuerdo a la acusación, el hombre cometió los delitos a pesar de la resistencia de las menores. En algunos casos utilizó violencia para neutralizar a las niñas, en otros lo hizo abusando de su autoridad religiosa y en otros las amenazó con suspenderlas en la práctica religiosa si no aceptaban ser abusadas, dijeron las acusadoras. La modalidad del abuso, el contexto religioso en que se produjeron y la diferencia de edad entre el imputado y las víctimas, tienen entidad suficiente para interferir en el libre desarrollo sexual de las menores, concluyeron Del Río Ayala y Minniti. El juez penal Héctor Gabriel Candioti aceptó la imputación fiscal y le dictó prisión preventiva. Según las fiscales, el juez entendió que hay riesgos procesales concretos para que el hombre quede en prisión mientras continúa el proceso.
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