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País > Prueba

Chats probarían la violencia que sufría Cecilia Strzyzowksi

Los mensajes fueron aportados por una testigo después de que Cecilia fuera vista por última vez. 

POR REDACCIÓN

17 de junio de 2023
Todavía buscan a Cecilia Strzyzowski en Chaco. Imagen ilustrativa. Foto: gentileza.

Una testigo de identidad reservada presentó chats que evidencian la mala relación que tenían Cecilia Strzyzowksi y Cesar Sena y los episodios de violencia de género que padecía la mujer desaparecida. “Estoy muy triste. Pasó algo muy feo hoy entre César y yo. Y necesito decirle a al alguien, pero no sé con quién hablarlo tampoco”, escribió Cecilia el 3 de mayo pasado a uno de sus contactos de WhatsApp. Del otro lado de la pantalla, Z. —será llamado así para preservar su identidad— le pregunta: “¿Qué pasó?”.

“Se arruinó todo y ahora no sé qué hacer. Siento que desperdicié casi dos años de mi vida. Que todo daba vueltas alrededor de él. No me di cuenta de que dependo tanto de él, hasta hoy. Si él se va, me quedo sin nada. Todo, hasta mi trabajo depende de él. No solo mi vida emocional. El amor que le tengo, los sueños que teníamos juntos. Pero si me quedo, si se queda, puede volver a pasar lo de hoy. Y tengo miedo de que vuelva a pasar”, decía Cecilia en referencia a un episodio de violencia por parte de su pareja, César Sena —hijo del líder piquetero Emerenciano Sena y Marcela Acuña— quien es el principal sospechoso de su femicidio.

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A la agresión que sufrió, Cecilia la describió de esta manera: “Estábamos discutiendo por una pavada y me dijo: ‘Cerrá el orto’ y yo me quise bajar de la camioneta y me metió de nuevo a la fuerza. Pero es la primera vez que es violento conmigo y me dio miedo”.

El intercambio de mensajes fue aportado a la Justicia por uno de los dos testigos de identidad reservada el pasado 8 de junio, una semana después de que Cecilia fuera vista por última vez.

Ese 3 de mayo, el diálogo siguió así: “Vos misma me dijiste que en algún momento tuvo ataques violentos o de lastimarse”, le contestó Z. acerca de César. “Sí pero hacia él mismo. Jamás conmigo”, siguió ella. Y detalló: “No había nadie cerca. Estábamos al frente de la obra y todos estaban en la escuela, como a una cuadra. Por eso me dio miedo también: no había nadie que pudiera ayudarme o hacer algo. Te juro que no sé qué hacer. Ahora, él pidió turno para ir al psiquiatra porque bien no está. Pero yo no sé, siento que se me viene el mundo encima. Y no puedo hablar con nadie más. Solo sé que tengo miedo”, insistió.

Z. intentó contenerla: “Vos sabés que en lo que te pueda ayudar te voy a ayudar. Pero en algún momento vas a tener que hablar con tu familia también. Si se complica más”. Cecilia siguió: “Sí lo sé. Y si muestra algún indicio violento otra vez voy a terminar todo. Ya pasó el límite. Hoy vi mi vida delante de mis ojos”.

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