Publicidad

Provinciales > Día del Nutricionista

Nutricionistas ante un panorama económico duro: el nuevo desafío de alimentarse bien

En el Día del Nutricionista, Victoria Menin reflexionó sobre cómo la situación económica complica el lograr una alimentación saludable, pero también revela que cada vez más personas consultan por hábitos de vida sanos. Estrategias económicas, alimentos accesibles y un cambio de conciencia en la sociedad argentina.

Por Federico Mir Muñoz
Hace 14 horas

El 11 de agosto se celebra el Día del Nutricionista. Foto: DIARIO HUARPE.

Este lunes 11 de agosto se conmemora el Día del Nutricionista en Argentina, una fecha que pone en foco una profesión cada vez más requerida en un país atravesado por una situación económica compleja, con inflación, pérdida de poder adquisitivo y una creciente preocupación por la salud. Mientras más personas buscan cambiar sus hábitos alimentarios para mejorar su calidad de vida, los profesionales enfrentan el desafío de diseñar dietas saludables que también sean viables económicamente. En un contexto de inestabilidad de precios, comer bien sin gastar de más se volvió un acto de equilibrio constante.

“La labor del nutricionista se volvió mucho más intensa en este contexto”, explicó a DIARIO HUARPE María Victoria Menin, nutricionista radicada en San Juan. “Tenemos que adaptar los planes alimentarios no solo a las patologías o hábitos de las personas, sino también a su realidad económica, que muchas veces es muy difícil”, sumó.

Publicidad

Los aumentos en alimentos básicos obligan a repensar las estrategias del consultorio. “En Argentina tenemos un déficit de hierro muy importante debido al precio de las carnes. Por eso, recomiendo cortes más económicos, como los de guiso, o incorporar hígado, que tiene alto contenido de hierro y cuesta menos”. También destacó al huevo como “un superalimento” por su aporte nutricional y bajo costo.

Conocer al paciente

En sus consultas, la profesional realiza una anamnesis alimentaria, es decir, una entrevista donde se evalúan los gustos, intolerancias y posibilidades de cada paciente. De esa forma, puede armar planes realistas que se ajusten a lo cotidiano. “Modificar de golpe los hábitos de alguien que lleva años comiendo de una manera es muy difícil. Por eso trabajamos con lo que hay, buscando mejorar sin exigir grandes cambios”, sostuvo.

Publicidad

Otro recurso clave son las legumbres: lentejas, porotos y garbanzos. “Son versátiles, económicos y tienen proteínas y hierro. Si se combinan con cítricos, como el limón, su absorción mejora. Y el limón hoy es un aliado ideal: está de estación y se consigue a bajo precio”, afirmó.

Menin también alertó sobre el déficit de calcio en niños, asociado a la caída en el consumo de lácteos. “Una solución posible es hacer yogur natural en casa. Con un litro de leche y un pote de yogur podés obtener ocho porciones caseras, nutritivas y accesibles”.

Publicidad

Frente al impacto del contexto, propone estar atentos a las ofertas, aprovechar descuentos semanales y priorizar frutas y verduras de estación. “Son más frescas, no tienen tantos conservantes y cuestan menos”.

Un menú saludable y económico

Para ilustrar un menú económico y saludable de un día, la nutricionista propone:

  • Desayuno: huevo revuelto sobre pan integral, con tomate y un yogur con fruta madura.
  • Almuerzo: porción de hígado o carne económica, ensalada variada y legumbres.
  • Merienda: lácteos con fruta y, si es posible, cereales.
  • Cena: ensalada de arroz integral con verduras de estación.

“La idea es que sea nutritivo, variado, accesible y que se pueda mantener en el tiempo”, resumió.

¿Sobrepeso o fit?

Consultada sobre las tendencias alimentarias actuales, Menin observa un cambio positivo. “A pesar de que los niveles de sobrepeso y obesidad siguen siendo altos, hay una conciencia mucho mayor sobre la importancia de la nutrición y el ejercicio. Veo más gente comprometida con su salud, que quiere dejar el alcohol, fumar menos y moverse más”.

Sin embargo, también admite que no todos sostienen el tratamiento. “Diría que la mitad de los pacientes continúa con los controles. Muchos vienen derivados por un médico o por presión familiar, y si no están convencidos, no vuelven. Pero cuando hay voluntad, los resultados llegan”.

Ayuno intermitente

Sobre el auge del ayuno intermitente, Menin es cautelosa. “No es una solución mágica. Es una forma de restringir calorías, y por eso puede dar resultados. Pero no sirve para todos, y muchas veces genera más ansiedad y atracones. Yo creo que lo importante no es dejar de comer, sino aprender a comer bien: elegir buenos alimentos, en las cantidades adecuadas”, sentenció.

En tiempos complejos, la figura del nutricionista cobra más relevancia que nunca. No solo como guía alimentaria, sino como acompañante en una realidad donde lo saludable muchas veces parece un lujo. Con creatividad, empatía y conocimiento, el desafío es hacer de la buena alimentación un derecho y no un privilegio.

Publicidad
Más Leídas
Más Leídas
Publicidad

ÚLTIMAS NOTICIAS