TELAM
Cómo adaptar tu Mac a un mundo dominado por Windows y no perder la paciencia en el intento
POR REDACCIÓN
Usar una Mac en un mundo donde dominan los PCs de Windows es como ser vegetariano en un asado. Parece que no pintás nada allí. Archivos que no se pueden abrir, programas que solo existen para Windows y soluciones que requieren un máster en informática. Pero no te preocupes: hay formas de adaptarse y no perder ni ganas, ni paciencia por el camino. Acá te las contamos.
¿Por qué es complicado trabajar con Mac en un mundo Windows?
Si miramos las estadísticas, Windows ocupa alrededor de 75% del mercado de sistemas operativos en términos globales. Y este predominio se nota especialmente en el mundo corporativo. De hecho, muchos software profesionales, como los que están relacionados con la gestión empresarial, gestión de relaciones con clientes o de proyectos, están desarrolladas para el sistema de Windows y no Mac.
Por ejemplo, muchas empresas usan Microsoft Project, que no tiene versión oficial para Mac. Y si te toca laburar con ellos, seguro vas a andar buscando versiones de distintos años, como "Project para Mac 2018" con soluciones específicas, pero no una app de escritorio que puedas bajar e instalar directo en tu Mac. Y eso es solo un caso entre tantos otros.
Al mismo tiempo, Mac tiene muchas ventajas frente a Windows y renunciar por eso es un fastidio. Aquí te ofrecemos algunas opciones para adaptarlo al mundo de Windows.
Mini glosario para manejar bien el cambio entre Mac y Windows
Pero antes que nada, veamos algunas cosas técnicas para que entiendas mejor cómo funcionan ambos sistemas:
- Los archivos .exe son los programas que se usan en Windows. Por lo general, en Mac no los podés abrir así nomás, salvo que uses algún emulador o sistema de virtualización.
- Los archivos .dmg son como los instaladores de Mac que los descargás y los abrís para instalar apps en macOS.
- El sistema exFAT es un formato que permite usar el mismo disco o pendrive con ambos sistemas operativos: Windows y Mac.
- VPN es una "red privada virtual" a la que muchas veces necesitás conectarte para acceder a sistemas de empresas.
- Virtualización es una técnica que básicamente implica correr un sistema operativo (como Windows) dentro de otro (como tu Mac). Es la técnica que más se usa cuando necesitás usar programas que solo están en PC.
Ahora ya sí pasamos a las soluciones.
Paso 1: Encontrar equivalentes nativos en Mac
Lo primero que tenés que ver es si de verdad necesitas ese programa específico o hay alguna alternativa que funcione igualmente en tu Mac.
Algunos programas parecidos y útiles:
- Para reemplazar Microsoft Project podés usar alguna herramienta nativa de Mac, versiones web de Project o, para una experiencia completa de gestión de proyectos, seleccionar en esta página una herramienta en la nube que mejor se adapte a tus proyectos.
- Para Microsoft Access podes probar alternativas como FileMaker Pro o también herramientas con bases de datos alojadas en la nube.
- Si buscas algo como Visio, apps como OmniGraffle o servicios web pueden ser otra buena alternativa.
Buena noticia: para las aplicaciones de ofimática, Microsoft Office sí que tiene versión para Mac y es completamente funcional. Puedes instalar Word, Excel, PowerPoint y Outlook y son prácticamente idénticos a los de Windows.
Aun así, si preferís más colaboración y sincronización en la nube, siempre podés usar las aplicaciones de Google Workspace (Docs, Sheets, o Slides) que permiten importar y exportar archivos entre las apps de Google y Microsoft y aseguran máxima compatibilidad tanto para los usuarios de Windows, como de Mac.
Paso 2: Configurar espacio virtual
Ahora, si tenés que usar software de Windows y las alternativas no es una solución viable, existe la opción de virtualización. Aunque requiere un poco de conocimientos técnicos y tiempo.
Estás son las opciones más comunes:
- Parallels Desktop permite correr Windows directamente en tu Mac como si fuera otra app. Es bastante fácil y funciona rápido.
- VMware Fusion es otra alternativa potente, pero requiere más conocimientos técnicos.
- Crossover es la opción perfecta si sólo querés ejecutar algún programa de Windows y no necesitas instalar todo el sistema.
Por ejemplo, imagina que tu cliente te manda un archivo de Microsoft Project para que lo revises y continúas trabajando en él. En este caso abrís Parallels, ejecutás Windows en vez de Mac, y lo trabajás sin más.
Paso 3: Usar Boot Camp con Mac de procesador Intel
Si tenés un Mac con procesador Intel, también podés instalar Windows con Boot Camp. De este modo, al encender la computadora, podes elegir si querés usar macOS o Windows. Si necesitás rendimiento completo y trabajas con las aplicaciones pesadas, es una opción muy beneficiosa.
Ten en cuenta que los Macs con chip M1 o M2 ya no funcionan con Boot Camp. Así que si tenés un modelo nuevo, sólo podés optar por la opción de virtualización.
Paso 4: Solucionar problemas de compatibilidad
Otro problema recurrente con Mac es recibir archivos que no podés abrir.
¿Qué podés hacer en este caso?
- Formateá discos en exFAT para poder usarlos en Mac y en PC de Windows. Acá te explican cómo.
- Intentá usar formatos universales que sean compatibles y reconocibles en cualquier sistema. Los documentos en .docx o .pdf, las hojas de cálculo en .xlsx y presentaciones en .pptx.
- Evitá guardar archivos en formato exclusivos de Mac como documentos en .pages o .numbers. Si tus colegas usan Windows, no hay forma de que los puedan abrir sin conversiones y complicaciones.
Por último, si te envían un archivo en un formato extraño, siempre podés utilizar conversores online. Pero ojo: si tenés que subir un documento con información confidencial, pensalo dos veces, porque la seguridad de estos sitios web no está 100% garantizada.
Paso 5: Configurar la conexión con redes corporativas
A veces, los sistemas empresariales te piden que te conectes por VPN o a un escritorio remoto, y acá también podés encontrar algunas limitaciones si trabajás en Mac.
Herramientas que sí funcionan en Mac:
- Cisco AnyConnect es una buena solución como VPN corporativa.
- Microsoft Remote Desktop es una opción cuando querés conectarte a PCs de forma remota.
- AnyDesk es una solución universal de escritorio remoto (mirá cómo funciona y cómo se instala).
Paso 6: Activar la opción para compartir archivos entre Mac y Windows
Si trabajás con colegas o clientes que usan Windows, algunas veces vas a necesitar que tu Mac tenga la posibilidad de compartir y recibir archivos sin problemas.
Cómo configurar eso:
- Andá a Preferencias del Sistema y seleccioná Compartir.
- Activá la opción Compartir archivos.
- Hacé clic en Opciones y marcá Compartir archivos y carpetas usando SMB. Este es el protocolo que usan las computadoras con Windows.
Si hacés esto, tu Mac aparecerá en la red de la oficina y con eso podés intercambiar archivos como si fuera una PC de Windows.
Paso 7: Instalar navegadores compatibles con páginas "pensadas para Windows"
Algunos sistemas de empresas (por ejemplo, bancos, instituciones educativas, administración pública etc.) funcionan mal en Safari porque fueron hechos con los navegadores clásicos como Internet Explorer o Edge, o navegadores populares como Chrome.
Eso tiene una solución simple. Instalá en tu Mac Google Chrome o Microsoft Edge para Mac y úsalos con plataformas que no cargan bien en Safari.
Paso 8: Configurar impresoras y escáneres
Otro clásico. Vienes a un sitio y la impresora sólo funciona con Windows porque no tiene drivers para Mac.
Qué hacer en este caso:
- Usá AirPrint (un controlador de impresión incorporado en Apple que permite imprimir desde un iPhone, iPad o iPod Touch o Mac y funciona con una lista interminable de impresoras modernas).
- Pero si es una impresora antigua, buscá algo de tipo Gutenprint (una solución para las impresoras sin driver oficial que ayuda a conectar muchas marcas y modelos de impresoras con Mac).
Paso 9: Conocer los atajos de Mac y Windows
Por si fueran pocas las diferencias, las combinaciones de teclado tampoco son iguales en ambos sistemas. Como mínimo, aprendé estos equivalentes:
- Copiá con “Ctrl + C” en Windows y “Cmd + C” en Mac.
- Cambiá entre apps con “Alt + Tab” en Windows y “Cmd + Tab” en Mac.
- Deshacé los cambios con “Ctrl + Z” en Windows y “Cmd + Z” en Mac.
También hay apps como que te permiten cambiar estas combinaciones y unificar la experiencia entre Mac y Windows.
Conclusión
Adaptar tu Mac a un entorno donde domina Windows no es tan complicado: aprovechá las apps de Mac, recurrí a la opción de virtualización cuando haga falta y pasá a la nube cuando es posible para evitar incompatibilidades.