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Provinciales > La ayuda llegó volando

Cómo se armó la cadena solidaria para Sergio Molina, el chico sanjuanino con una rara enfermedad

Tiene 11 años y necesitaba una medicación.

06 de abril de 2020
Nicolás Seré, el piloto que trajo el remedio a San Juan.
Sergio dio una vuelta en el avión de Nicolás. (Fotos: gentileza)
Algunas de las personas que trabajaron para concretar un gran acto solidario.
Sergio Molina lucha contra una enfermedad que mina sus defensas. (Foto: gentileza familia Molina)
Sergio junto a sus padres y hermanos.
Sergio junto a sus padres y hermanos.
Algunas de las personas que trabajaron para poder concretar este acto solidario.
Valentín Galván, el joven que armo la cadena de favores para poder ayudar a Sergio.
Valentín Galván, el joven que armo la cadena de favores para poder ayudar a Sergio.
Valentín Galván, el joven que armo la cadena de favores para poder ayudar a Sergio.
Valentín Galván, el joven que armo la cadena de favores para poder ayudar a Sergio.
Valentín Galván, el joven que armo la cadena de favores para poder ayudar a Sergio.
Valentín Galván, el joven que armo la cadena de favores para poder ayudar a Sergio.

Se llama Sergio Molina y recién cumplió 11. Desde hace años lucha contra una rara enfermedad que lo puso al borde de la muerte más de una vez y su historia despertó la solidaridad de varias personas que armaron una cadena desde lejos y en plena cuarentena total por el coronavirus. 

Sergio padece granulomatosa crónica, una patología por la que los glóbulos blancos no pueden actuar para defender su organismo contra los hongos y las bacterias. Por eso está en riesgo permanente de contraer todo tipo de infecciones. 

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Si bien estuvo mucho tiempo internado en el hospital Garrahan de Buenos Aires, sus padres trabajaron para que siga el tratamiento en su casa de Rawson, en familia, con sus 2 hermanos.

Pero necesitaban con urgencia anidulafungina, un medicamento esencial entre los varios que Sergio debe consumir para tener una buena calidad de vida.

Su papá Gustavo es albañil y le comenta a DIARIO HUARPE que no podía pagar los $20.000 que cuesta cada ampolla del remedio. En medio de su búsqueda desesperada se contactó con Maru Estanguet, la mamá de otros 2 chicos que padecen la misma enfermedad. 

Maru le dijo a Gustavo que tenía 70 ampollas disponibles y se las podía donar: el problema era que vive en la localidad bonaerense de Ameghino, a más de 780 kilómetros de San Juan. 

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"Averiguamos con el correo y nos dijeron que el envío demoraría entre 2 y 3 días. No podíamos arriesgarnos a que lo mandaran como encomienda porque se iba a perder la cadena de frío, así que no sabíamos qué hacer", relata Gustavo. 

Maru se contactó con Valentín Galván, un vecino de Ameghino que tiene 18 años y hace 4 fundó Equipo Solidario, una ONG que se dedica a tareas solidarias: desde ayudar a comedores hasta crear un potrero para chicos humildes. O conseguir una medicación.

Valentín Galván, el joven que armo la cadena de favores para poder ayudar a Sergio. 

Valentín publicó el pedido de ayuda en las redes del grupo y así se viralizó la historia de Sergio, el chico sanjuanino. 

Uno de los que vio el mensaje fue Nicolás Seré, de la zona de Lincoln, a 90 kilómetros de Ameghino y a 840 kilómetros de San Juan. Y se ofreció a hacer el traslado en su avión.

"Cuando me confirmaron que había conseguido el vuelo lloré de emoción: con 18 años logré esto que me llena de orgullo, de felicidad y esperanza", relata Valentín a DIARIO HUARPE.

Algunas de las personas que trabajaron para concretar un gran acto solidario.

Estaba el remedio, estaba cómo trasladarlo. Ahora faltaba el permiso para volar en medio de la cuarentena total.

Y fue Gabriel Lobeto, un amigo de Nicolás, quien gestionó la autorización. Así fue cómo este jueves, en poco más de 3 horas, lo que tanto necesitaba Sergio llegó desde Buenos Aires. 

"La noche anterior no pude dormir de la ansiedad", dice Nicolás a DIARIO HUARPE, desde Lincoln.

Llegaron minutos antes del mediodía al hangar de Pocito, donde los esperaban Sergio y familia. "Fue una emoción muy grande ver que llegaba el remedio de mi niño. Lástima que no pudimos abrazarnos con Nicolás por el tema del coronavirus", cuenta Gustavo. Y agrega Nicolás: "Lo volvería a hacer las veces que sea necesario. Fue una experiencia impagable". 

Para Sergio también lo fue: incluso Nicolás lo llevó a dar una vuelta en el avión...

Algunas de las personas que trabajaron para poder concretar este acto solidario.

"Yo no tenía palabras para agradecerle", dice Gustavo, el papá. "Le regalé unos vinos, que es lo que humildemente pude comprar".

Las 70 ampollas de anidulafungina le aseguran a Sergio 4 meses de medicación.

"Esto nos da una tranquilidad", sigue Gustavo. "Igual ya comenzaremos a hacer gestiones para conseguir más. Nuestro Sergio es un luchador de la vida y nosotros lo acompañaremos en todas sus batallas".

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