Judiciales > Sala I
Condenaron a 11 años de prisión al expolicía y religioso que abusó de su sobrina
El hombre de 65 años fue condenado en la Sala I de la Cámara Penal y Correccional.
POR REDACCIÓN
NOTA DEL EDITOR
Importante
Tal como lo prevé la Ley de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, este medio no difunde información, como la identidad del menor o la menor ni de sus progenitores, que permita identificar a las víctimas dado que la exposición puede comprometer sus derechos. Tampoco de su victimario por la misma razón. Ante el conocimiento o sospecha de un caso de abuso o violencia infantil, hay que llamar al 102.
El juez Juan Carlos Caballero Vidal (hijo) de la Sala I condenó al expolicía y religioso de 65 años, acusado de abusar de su sobrina por varios años, a cumplir la pena de 11 años y seis meses de prisión después de que aceptara ir a un juicio abreviado. El hombre llegó procesado por los delitos de abuso sexual simple continuado, abuso sexual con acceso carnal y corrupción de menores, agravada por tratarse de una menor de edad.
El ahora condenado fue policía en la provincia Tierra del Fuego donde alcanzó a ser comisario general y ocupó el cargo de subjefe durante dos años. Cuando se jubiló se vino a vivir a San Juan, más precisamente a un barrio privado de Santa Lucía, ubicado en calle Roque Sáenz Peña. Las primeras informaciones en los medios revelaron que se trataba de un integrante de la Policía Federal Argentina, sin embargo, la fuerza nacional desmintió este dato.
Tras ser detenido en agosto de 2019, sus vecinos le dijeron a DIARIO HUARPE que era un destacado vecino y de gran poder adquisitivo. También que era pastor de un templo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Pero los representantes de la Iglesia negaron esto. Aclararon que participó como fiel, pero que hacía mucho tiempo que no iba. El hombre si bien estuvo en Tierra del Fuego y San Juan, donde formó una familia, nació en Resistencia, provincia Chaco.
El hecho
Según la declaración de la niña en ANIVI, su tío la manoseaba y la besaba desde que ella tenía 8 años hasta los 14. Inclusive la lastimó con sus manos y le daba regalos para que guardara silencio. Los vejámenes ocurrieron hasta enero del 2018. Varios meses después la chica se animó a contarle lo que le había pasado a sus compañeras de escuela y luego a su madre, que la acompañó a hacer la denuncia.
Posteriormente el informe de las psicólogas de ANIVI y el informe de un médico legista conformarían que los abusos existieron. Fueron contundentes para que el hombre aceptara su responsabilidad penal.