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El Cronista > ECONOMÍA Y POLÍTICA

Descarta el Gobierno un ingreso universal y piensa en destinar fondos del IFE a la reactivación

Algunas figuras del oficialismo agitaron esta posibilidad para la salida de la pandemia.

POR EL CRONISTA PARA DIARIO HUARPE

El Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) que el Gobierno de Alberto Fernández implementó para contener la pérdida de poder adquisitivo en los sectores más desprotegidos al inicio de la cuarentena motivó que sectores cercanos al oficialismo e incluso figuras del gabinete agitaran la posibilidad de darle continuidad adoptando la forma de un Ingreso Ciudadano Universal, frente a la evidente contracción de la economía y pérdida de puestos de trabajo.

Cuando la pandemia de coronavirus irrumpió en la Argentina, el Estado definió pagar una suma de $ 10.000 por grupo familiar. Tal ayuda alcanzó a 8.839.044 personas, en su mayoría beneficiarios de la AUH o AUE, trabajadoras domésticas, desocupados, personas empleadas en la informalidad y monotributistas de las categorías más bajas. En estos días, la ANSeS pondrá en marcha la acreditación de la tercera ronda del beneficio que supuso una transferencia de $ 88.390 millones.

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Luego del primer pago del beneficio extraordinario, organizaciones sociales ligadas al Frente de Todos -entre ellas el "Movimiento Argentino por el Ingreso Ciudano - Eclosionar", con llegada al asesor presidencial Leandro Santoro- demandaron establecer por ley de un "ingreso ciudadano universal" tal como entonces debatieron y aprobaron los congresos de España y Brasil, entre otros países. Los promotores indicaban que sería "una solución imprescindible" para la paz social.

El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, se plegó al debate asegurando en ocasiones que "la renta básica universal es un elemento clave" para la salida de la crisis que profundizó la pandemia, y lo consideró un elemento más de una estrategia que incluiría el fomento del empleo en sectores que laboran en la informalidad. También la titular del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales, Victoria Tolosa Paz, reforzó que la salida de la crisis "debe ser con un ingreso ciudadano que garantice que nadie pase hambre en la Argentina".

Eje en el trabajo y la producción

Sin embargo, las reuniones del gabinete económico al mando del ministro coordinador, Santiago Cafiero, no abordaron esta discusión en los mitines semanales que mantienen en a Casa Rosada. Es que, según los cálculos que allí se baten, la reconversión del Ingreso Familiar de Emergencia en un ingreso ciudadano universal ni siquiera amerita un debate.

De acuerdo a funcionarios consultados por El Cronista, el Gobierno está decidido a redirigir los millonarios fondos que hoy destina al IFE a políticas de incentivo a la producción y la contratación de mano de obra.

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Al entender del gabinete, la Argentina es el país con mayor cobertura social para los sectores por fuera de la población económica activa de la región, a través de las asignaciones familiares, las becas Progresar para estudiantes, la AUH y AUE para mujeres con menores a cargo, y casi la totalidad de los adultos mayores con jubilación y pensiones.

"Lo que nos queda fuera del sistema es la clase trabajadora, a la cual tenemos que ayudar con la creación de empleo genuino", ventilaron desde los pasillos oficiales a este diario, dando por terminada la discusión de una eventual renta básica.

Los movimientos sociales, en tanto, tomaron nota de diferentes proyectos enviados al Congreso para incentivar el debate del ingreso universal pero no fueron consultados sobre ninguna propuesta en concreto. Incluso en el entorno del ministro Arroyo reconocen que "no hay novedades" al respecto y, por ahora, la preocupación pasa por acreditar la tercera ronda del IFE entre la población beneficiaria, algo que recién comenzará el 10 de agosto próximo.

Por: Ezequiel M. Chabay

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