País > En una entrevista
El día que el Papa Francisco habló sobre la muerte: “Le pedí a Dios que no me agarre inconsciente”
En una entrevista íntima, el Papa Francisco reflexionó sobre su visión del final de la vida. Hoy, tras su fallecimiento a los 88 años, sus palabras resuenan con más fuerza que nunca.
POR REDACCIÓN
Este lunes 21 de abril, el mundo amaneció con una noticia que marcó un hito en la historia contemporánea: el Papa Francisco falleció a los 88 años. El Vaticano confirmó su deceso en las primeras horas del día, apenas semanas después de su última aparición pública en la Pascua, donde brindó su bendición final desde el balcón de la Basílica de San Pedro.
Aquel gesto, sencillo pero poderoso, selló la despedida de un pontífice que conmovió al mundo con su mensaje de humildad, justicia social y cercanía. Y también, con su visión serena sobre la muerte.
Qué pensaba el Papa Francisco sobre la muerte
En una entrevista brindada a Infobae en 2023, Jorge Bergoglio habló sin rodeos sobre el final de la vida. Lejos de dramatismos, expresó:
“Sé que va a venir”, dijo con firmeza. “Le pedí al Señor que no me agarre inconsciente, eso no”, reveló, en un pedido que reflejaba su deseo de vivir ese último instante con consciencia y entrega.
En el diálogo, el entonces Papa compartió una reflexión profunda sobre los temores que rodean al morir:
“Dicen que es raro que exista el miedo a la muerte, el miedo es verla venir. Así que verla venir para saber el fin”.
Ante la pregunta sobre qué creía que ocurría después de la muerte, Francisco respondió con la fe que lo caracterizó durante todo su papado:
“Debe haber una luz muy grande, una felicidad muy grande. Un camino muy grande en el camino del encuentro con Dios. Yo creo que Dios hasta último momento, espera y ayuda”.
Su última aparición pública
La última imagen que el mundo tuvo de Francisco fue el Domingo de Pascua. Desde su silla de ruedas, y visiblemente debilitado, ofreció su tradicional bendición “Urbi et Orbi” ante una multitud reunida en la Plaza San Pedro. Sin oxígeno asistido, con voz débil, pero clara, deseó “feliz Pascua” y pidió por la libertad y la paz en el mundo.
Ese instante, que en su momento pareció una simple ceremonia litúrgica, hoy adquiere un significado más profundo: fue su despedida.
Jorge Mario Bergoglio, el primer Papa latinoamericano y jesuita en la historia de la Iglesia, se fue en paz. Y lo hizo, tal como había deseado, consciente, sereno y rodeado de fe. Sus palabras quedarán grabadas como un legado espiritual y humano que trasciende credos y fronteras.