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En busca del tesoro del Museo Agustín Gnecco
En el día de los museos, uno de los históricos de San Juan, abrió sus puertas mientras realiza su lento traslado.
El museo Agustín Gnecco será trasladado. Después del terremoto de enero del 2021, que este martes se cumple cuatro meses, los techos del patio están en peligro de derrumbe, una línea recorre el contorno de esos techos como una línea de puntos para recortar, además uno de los paños en el pasillo tiene unas grietas que forman una cruz, si cede la pared entera puede colapsar.
Con el peligro de derrumbe el Museo, que mucho antes fue el “Colegio de Señoritas”, comienza un lento peregrinaje hacia un nuevo destino. Y es ahí, en el mover de las cosas, que aparecieron tesoros. Desde cartas de Fray Justo Santa María de Oro, días antes de la independencia, piezas de cerámica de la misma Pompeya que quedó sepultada por el volcán Vesubio, hasta una moneda que se le entregó a los que tomaron la Bastilla en la Revolución Francesa. Todas esas historias, guardadas en objetos, están siendo preservada, y en algunos casos restauradas, antes entrar en letargo.
Una casa con historias dentro de las historias
Para quien nunca visitó el museo, el mismo consta de un hall que deriva a unas habitaciones, el mismo pasillo tiene dos salidas a un patio interno rodeado por más habitaciones, detrás de este patio hay un espacio de tierra en la que se despliegan más habitaciones. Estas en algún tiempo fueron utilizadas como aulas, ahora son talleres, depósitos, bibliotecas, archivos y oficinas. Quien si haya recorrido esos pasillos, como alumno, visitante o como aventurero, no podrá volver a verlo igual.
Es que el traslado servirá para consolidar el edificio. Esto quiere decir que no será demolido en su totalidad, pero si necesariamente hay partes que deberán ser tiradas para ser reconstruidas. El trabajo es quirúrgico, se está manipulando un patrimonio arquitectónico y cultural, esto quiere decir que hay que retocar lo justo y lo necesario.
El gabinete de curiosidades del señor Gnecco
Como todo cambio trae dudas. Al darse a conocer que el museo se mudará (con destino incierto) las alarmas saltaron. Es que la preservación del patrimonio parece una deuda que recién ahora comienza a saldarse.
Es por eso que DIARIO HUARPE dialogó con Carlos Campodónico, director del espacio desde 2020. Según Campodónico, el equipo de trabajadores del Gnecco incluye artistas visuales, museólogos, estudiantes de archivística y bibliotecólogos. Todos con el objetivo de preservar el espacio.
Carlos dice que hay que tomar dimensión, son miles de piezas reunidas durante 60 años. Perderlos sería como la Biblioteca de Alejandría de San Juan.
El legado de Agustín Gnecco toma una pausa, se vienen tiempos en los que la memoria será necesaria, más en un mundo en que los sucesos pasan en simultáneo y lo diario se vuelve viejo dentro del mismo día. Pero no todo es distopía, el museo aprovecha y al inventariar las piezas tiene registro de lo que hay dentro y eso lo comparte en un "museo virtual" a través de Facebook e Instagram.
El director lleva, tranquilidad todas esas monedas, muñecas, objetos de decoración, esculturas, cartas, todas esa medallas, las armas que fueron utilizadas en guerras, los libros, todo eso está siendo custodiado por personas enamoradas del pasado.