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Entre críticas, Ortega amaga con buscar un acercamiento con EEUU

POR REDACCIÓN

05 de octubre de 2019
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, afirmó que busca un acuerdo con Estados Unidos, después de las sanciones que la administración de Donald Trump impuso a varios de sus allegados, aunque cuestionó a las representaciones extranjeras en Managua, incluida la de Washington por su rol en la crisis sociopolítica del país. Ortega citó una carta que el obispo de la diócesis nicaragüense de León, Simeón Pereira y Castellón, envió en 1912 al cardenal James Gibbons, de Baltimore, en la que aboga por un entendimiento entre ambos países, cuyos fragmentos fueron divulgados por el Gobierno. En esa carta, el obispo nicaragüense considera ventajoso "que haya un entendimiento en nuestra patria y la nación estadounidense". Aseguró Ortega que cuando triunfó la revolución sandinista, el 19 de julio de 1979, la postura de la nueva Junta de Gobierno fue la de tener buenas relaciones con Estados Unidos. "En septiembre (de 1979) fuimos a Washington, fuimos a la Casa Blanca; nos reunimos allí con el presidente (Jimmy) Carter, porque queríamos buenas relaciones con Estados Unidos, de respeto. Cuando son de sumisión, ya no son buenas relaciones", señaló. Insistió en su deseo de un entendimiento "sobre la base de la equidad y de los mutuos intereses" y dejó en claro que "estas palabras del obispo las hacemos nuestras en estos momentos, y se lo decimos a Estados Unidos, se lo decimos a sus gobernantes". Lamentó igualmente que EEUU esté lanzando "zarpazos por todos lados", porque, entre otras cuestiones, según dijo, "desgraciadamente hay una corriente racista gobernando Estados Unidos, que maldice en primer lugar a los mesoamericanos, a los hermanos mexicanos, a los guatemaltecos, salvadoreños, hondureños, a todos". El 20 de diciembre pasado, Trump firmó la "Nica Act", que impone sanciones individuales a miembros del Gobierno de Ortega, además de limitar el acceso de Nicaragua a préstamos internacionales como los del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El Departamento del Tesoro de EEUU sancionó a la esposa de Ortega y vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo; así como a su consuegro y jefe de la Policía Nacional, Francisco Díaz, y a Laureano Ortega Murillo, uno de los hijos de la pareja presidencial, entre otros, por corrupción y violación a los derechos humanos. Más allá de sus expresiones en favor de un acuerdo, Ortega citicó la ética diplomática de los embajadores acreditados en el país. "Y aquí lo vemos, cómo tranquilamente los embajadores de la embajada yanqui (Estados Unidos), de la embajada europea, ahora de embajadas latinoamericanas, ¡cómo se entrometen!" en la crisis de Nicaragua, lamentó Ortega, según una declaración que cita la agencia EFE. El embajador de Estados Unidos en Managua, Kevin K. Sullivan, pidió que el Ejecutivo retorne a la mesa de negociaciones con una alianza opositora para buscar una salida a la crisis. "No puede estarse metiendo ahorita nuestro embajador en los Estados Unidos a dar opiniones sobre lo que dice el presidente de los Estados Unidos, (Donald Trump), que ahora le van a dar golpe de Estado, le quieren dar golpe de Estado", continuó. El mal clima lo alimentó la vicepresidenta Murillo, quien calificó a los opositores de "plaga" y dijo que serán recordados por la historia como "traidores", por las manifestaciones antigubernamentales que iniciaron en abril de 2018. "Los traidores son plagas que ahí están. Son comejenes (termitas) que se reproducen, hongos, bacterias que se reproducen", expresó Murillo.
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