POR REDACCIÓN
10 de diciembre de 2019
Esquel desarrolló varios circuitos en los alrededores de la ciudad para atraer a los turistas que quieran practicar senderismo en la temporada de verano, informó hoy la Secretaría de Turismo esquelina. Estos senderos permiten apreciar paisajes de singular belleza y alcanzar hermosas vistas del casco urbano, los cerros, la cordillera, los arroyos y los bosques que rodean a la ciudad. Los recorridos periurbanos, con desniveles de hasta 500 metros, se pueden realizar a pie, en bicicleta, en moto y a caballo. El circuito más cercano es el La Cruz, al que se accede desde los barrios Ceferino y Badén a través de senderos de dificultad media desde cuyos miradores se aprecia todo Esquel y el Valle Chico. El secretario de Turismo de Esquel, Mariano Riquelme, señaló que "este recorrido tiene una distancia de 12 kilómetros, un desnivel de 560 metros y una altura máxima de 1050 metros y toma aproximadamente unas tres horas y media alcanzar la cumbre". El primer punto panorámico está ubicado a los mil metros de altura, mientras que el descanso y el segundo mirador, al que es posible llegar en vehículos, está a 2.200 metros de altura. Riquelme aseguró que "la alternativa a este recorrido, de dificultad media y diez kilómetros de extensión entre la ida y la vuelta, es el acceso al Cerro La Cruz por barrio Badén, que se puede realizar en caminatas y con mountain bike y motocicletas". El sendero a La Zeta por el Arenal, que recorre siete kilómetros entre ida y vuelta, con un desnivel de 240 metros y una altura máxima de 800 metros, es otra alternativa para los turistas que quieran practicar senderismo. Este trayecto es una alternativa de ascenso hacia la reserva natural urbana Laguna La Zeta, que recorre un banco de arena volcánica en una subida matizada por una vegetación nativa e implantada y por vistas únicas del valle de Esquel. El funcionario subrayó que "en la Laguna La Zeta se pueden alquilar tablas destand up paddle y kayaks y hay un parador". Otro sendero habilitado para este verano es el del Cerro 21, en la cumbre del Cordón Esquel, que requiere el acompañamiento de guías especializados y es de alta dificultad. Los senderos saludables, con una distancia de 7,78 kilómetros entre la ida y la vuelta, poco desnivel, dificultad media y accesibles en bicicleta, completan las opciones para practicar senderismo. Riquelme destacó que "los senderos periurbanos constituyen un atractivo inigualable que complementa al resto de la oferta turística de la ciudad" y sostuvo que estos recorridos "sorprenden tanto a los turistas que los descubren como a mismos vecinos de Esquel y de las localidades aledañas". El secretario de Turismo de Esquel remarcó que "un arroyo, una laguna, un bosque, el mismo centro urbano, que se ha transitado previamente, desde estos miradores naturales adquieren nuevas formas, nuevos colores y nuevos significados". "El senderismo ofrece otras maneras de conocer un destino que son más sensibles y más cercanas y con un tiempo que corre más lento y donde cada paso ofrece nuevos desafíos", agregó.
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