Provinciales
La minicampeona de San Juan que sueña con triunfar en el ajedrez
Agostina Parody es una pequeña de apenas 11 años, pero ya hizo historia en el mundo del ajedrez. Es la primera jovencita que ganó un campeonato en esta disciplina y tiene un enorme futuro.
Por Sol Manzano
En un entorno de muchos nervios y una definición por el primer lugar, la pequeña desconectó el volumen del exterior y se conectó en el tablero. Así lo describió Agostina Parody de tan solo 11 años y quien ya pasó a la historia del ajedrez en San Juan. A pesar de ser una disciplina que ha comenzado a practicar en su carrera a la profesionalidad, ya logró ser la primera mujer en ganar una competencia. En diálogo con DIARIO HUARPE comentó su experiencia junto a su mentor y profesor, Román Herrmann.
La tímida joven va al Colegio Mercedario y allí desarrolló bien su técnica y estrategia en la disciplina. Pero su amor por el ajedrez no viene del colegio, sino más bien de casa. “Al ajedrez lo conocí por mi papá, con él comencé a jugar y me empezó a gustar desde hace varios años. Luego en el colegio para divertirme también”, mencionó.
“En el colegio tenemos el Club de Ajedrez donde jugamos con un grupo. Tenemos este grupo mezclado de chicas y chicos”, expresó Parody. Su profesor y el organizador de este torneo, Román Herrmann, agregó que es más difícil que las chicas se sumen a jugar ajedrez en el colegio, ya que es un espacio donde abundan los hombres. “Desde el colegio se impulsa mucho el tema de que las chicas jueguen. Se intimidan un poco por los hombres, pero ahora se ha formado grupos donde las chicas juegan con los chicos, la idea es motivar a las chicas a que se sumen”.
“Incluso dentro del torneo, hay un premio que se entrega a la mejor participación femenina. Esto se da a nivel internacional también porque en el ajedrez en general no hay muchas chicas”, mencionó el profesor.
La primera fecha de esta Liga Provincial de Ajedrez tuvo como escenario la Biblioteca Franklin, donde se dividía en dos espacios. La planta baja era exclusiva para los jugadores, solo ellos podían estar ahí para tener una mayor concentración, mientras que en la parte superior los padres y acompañantes podían observar cómo sus chicos jugaban y se divertían.
La niña de 11 años dijo que empezó muy nerviosa la competencia, pero que de a poco se fue soltando y logró llegar a instancias finales, donde tuvo que desempatar con Bautista Carazo, un chico perteneciente al Club de Ajedrez de la Biblioteca Franklin. “Me puse un poco nerviosa, pero lo controlé y jugué. El otro nene se había puesto más nervioso que yo, entonces comenzó a mover las fichas y se confundía, entonces yo trataba de no escuchar el afuera y concentrarme en el tablero, y así gané”, recordó.
A nivel personal también fue todo un logro porque implicó superar su miedo a la presión que sentía en las definiciones. “Ella viene desde mayo del año pasado jugando muy bien, llegando a instancias finales, pero nunca pudo conseguir un trofeo. Los nervios le jugaban en contra incluso en las definiciones de la competencia escolar, que implicaban menos público. Ahora en esta competencia hacía más presión y más gente, y pudo superarlo”, concluyó el profesor Herrmann.