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La primera jornada de protestas terminó con casi 300 detenidos y decenas de heridos
Ante estos hechos, el presidente Lenín Moreno decretó el estado de excepción. Aseguró que los manifestantes querían “desestabilizar el Gobierno”.
POR REDACCIÓN
El jueves hubo fuertes choques entre manifestantes y policías en Quito, Ecuador, debido a protestas que rechazaban el fin a los subsidios a combustibles. Dicha situación llevó al Gobierno a declarar el estado de excepción.
Las manifestaciones que se hicieron en esa primera jornada dejaron un total de 14 civiles y 21 policías heridos, además de 277 arrestados. Ante estos hechos, el presidente Lenín Moreno aseguró que la intención de quienes fueron parte de esa jornada fue la de “desestabilizar el Gobierno”.
En cuanto al panorama en Guayaquil, la ministra del Interior, María Paula Romo, dijo que al menos 150 ciudadanos fueron detenidos allí, “en su mayoría asociados al robo y vandalismo”.
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En diferentes sectores de Guayaquil, capital económica de Ecuador, se produjeron saqueos a comercios y establecimientos públicos ante la incapacidad de las fuerzas de seguridad de garantizar el orden, lo que obligó a numerosas tiendas a echar el cierre para evitar robos masivos.
Mientras que, Quito, se convirtió en un campo de batalla entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad que emplearon medios antidisturbios e hicieron cargas policiales para dispersar a los concentrados.
Los protestantes informaron que mantendrán su huelga, que inició el jueves en simultáneo con el aumento de un 123% de los precios del diésel y la gasolina.
“Ratificamos continuar con la medida indefinidamente”, declaró Carlos Brunis, líder de los taxistas de Quito.
Fuente: Infobae.