Murió el abuelo de 87 años que fue salvajemente golpeado durante un robo

A 71 días de ser salvajemente golpeado en medio de un robo en su casa de Rawson, el jubilado César Bustos de 87 años murió este martes. Sufrió por segunda vez un infarto, que no pudo resistir, según indicaron fuentes del caso. 

El fin de semana pasado había sufrido el primero, pero los médicos lo salvaron. El hombre estaba internado desde el 28 de junio a raíz de la brutal golpiza que recibió de uno o varios ladrones, que aún no fueron identificados ni detenidos por la Policía. 

A Bustos lo dejaron tirado sobre un charco de sangre en el pasillo de su casa. Los agresores habían dejado la llave del gas abierto para que se muriera intoxicado, pero sus familiares lo encontraron a tiempo y fue trasladado al hospital. 

Desde el entorno de la investigación, creen que la agresión fue para robarle un dinero que tenía porque había cobrado un seguro y le quedaba plata de su sueldo y aguinaldo. 

También establecieron que probablemente el hombre conocía a su agresor o los agresores porque no hubo señales de violencia en la puerta. O más bien lo sorprendieron cuando atendió a un llamado de afuera. Los ladrones golpearon en la cara a Bustos con una llave francesa hasta desfigurarlo, después lo dejaron morir. 

Tras la muerte, la Fiscalía Delitos Especiales tomó cartas en el asunto, con el fiscal de turno Francisco Micheltorena a la cabeza de la investigación. La Unidad Fiscal de Investigación instruye los homicidios en la provincia, por eso, solicitaron desde allí que la jueza que tenía la causa, Mabel Moya, del Segundo Juzgado de Instrucción, se declare incopetente. 

Las divisiones policiales Brigada de Investigaciones Sur y Robos y Hurtos buscaban a los culpables, pero ahora tomará la posta la brigada policial de la fiscalía.