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Newton y Esther: hace 62 años están casados y se preparan para vivir su séptimo Censo juntos
El primer censo lo hicieron en 1960, apenas se casaron. Ahora, junto a uno de sus nietos, completaron el censo digital.
Por Eliana Ruiz
En 1960 Newton Atila Tivani y Esther Reta, tenían 24 y 19 años respectivamente. En ese momento estaban dando el “Sí, quiero” y, poco después, realizando su primer censo juntos. Lo hicieron en la casa de Pocito a la que se mudaron y en la que vivieron durante ocho años.
Actualmente, siguen juntos y están a horasde hacer su séptimo censo. Ahora viven en Rawson, en una casa en la que criaron a sus tres hijas, pero en la que también pasaron gran parte de sus horas son sus ocho nietos y cinco bisnietos.
Para facilitarles el trámite y que no tengan que estar afuera pasando frío, su nieto Juan Manuel, que vive al lado, les completó el censo digital y ellos ya anotaron el código en un papel que guardan con cuidado para entregárselo al censista el próximo miércoles 18 de mayo.
Tanto Newton como Esther estuvieron con él cuando completaron las preguntas de forma online. A través de ellas, ambos revivieron todo lo construido en 61 años, entre ello, su hogar, las características de esos espacios que cuentan y guardan historias y los datos de sus tres hijas.
Para el matrimonio, su familia es lo más importante. “Mi familia es mi orgullo”, dijo Newton. Y eso se nota en cada una de las fotografías que inundan la casa. Las primeras se pueden ver al entrar al living, donde hay unos sillones y un juego de mesa y sillas. Sobre la mesa hay una serie de portarretratos en los que se ven sus hijas, en otro sus nietos, en otro sus bisnietos y, por último, ellos junto a una camioneta que ambos se compraron poco antes de que al hombre le diera Parkinson y tenga que dejar de lado el manejo.
Aunque para Newton hay algo más valioso todavía: su esposa, el amor de su vida. “Si tuviera que casarme de nuevo, la volvería a elegir a ella”, comentó mientras la miraba con ternura.
Ambos han pasado de todo juntos. Poco después de que se casaron, él se dedicaba a la agricultura, pero en una ocasión cayó granizo y le destruyó todo. Sólo trabajaba él en la casa, así que se quedaron sin nada. Estuvo trabajando como obrero hasta que Leopoldo Bravo, en ese entonces candidato a gobernador, le ofreció a su padre que fuera candidato a intendente, no quiso eso y se lo ofrecieron a Newton. Ganó las elecciones y estuvo al frente del departamento hasta que llegó el presidente de facto, Juan Carlos Onganía.
“Me ofrecieron seguir, pero yo preferí la familia antes que el cargo político”, comentó el hombre.
En ese momento volvieron a quedarse sin nada. Ya no se dedicaba a la agricultura y no cumplía funciones políticas. Fue ahí cuando un amigo le ofreció ser visitador médico. Lo entrevistaron en un laboratorio, lo contrataron y a eso se dedicó el resto de su vida.
Tras jubilarse, en medio del tiempo libre, se encargó de aprender a trabajar con madera, algo que siempre le había gustado. Fue así que, con rollizos de madera, hizo lámparas y camas para toda la familia. “Hice 13 camas para tener acá y para mis nietos”, recordó.
Así, la familia fue pasando por distintos censos. El de este 18 de mayo del 2022 será el séptimo que el matrimonio vivirá. Sus hijas se fueron del hogar, por eso algunos datos cambiaron en los cuestionarios. Lo que se quedaron fueron ellos que acompañados enfrentaron todos los obstáculos que la vida les puso en el camino.
“Ahora sólo le tenemos que dar el código al censista. Nosotros vivimos el día como uno más. No teníamos problema en recibirlo, pero mi nieto nos hizo el digital porque era más cómodo”, cerró Esther.