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Provinciales > Historias sanjuaninas

Ramona y Angélica, las hermanas que se buscaron durante 50 años y finalmente se encontraron

Gracias a la búsqueda que empezaron sus hijos, Ramona podrá abrazar por primera vez a su hermana Angélica después de 50 años.

06 de abril de 2023
El emotivo reencuentro entre Ramona y Angélica (Foto: gentileza).

Ramona Ríos nació en Misiones. Eran cuatro hermanos cuando su mamá, que los criaba sola, murió. Cada uno tuvo un destino diferente, el de Ramona fue ir trabajando de provincia en provincia hasta que llegó a San Juan.

DIARIO HUARPE conoció la historia de búsqueda de identidad gracias a su hija, Carina. ¿Cómo es pasar la vida con un "fantasma" que no se termina de resolver? ¿Cómo es sostener una promesa durante tanto tiempo? ¿Cómo es armar el rompecabezas de la identidad?

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Esta es la historia de Ramona y Angélica, dos hermanas que se buscaron y pronto se darán su primer abrazo.

Armar el rompecabezas

Ramona Ríos nació de Misiones. Fue separada de sus hermanos cuando tenía nueve años aproximadamente. El "aproximadamente" es porque los recuerdos son difusos y armar su historia siempre fue como armar un cuento. Igual, fue gracias a que pudo contar su historia que sus hijos conocieron ese hueco y que ellos tomaron la posta para completar.

Mantener la historia viva fue lo que despertó en sus hijos la necesidad de completar esa historia. “Yo tenía hermanos”, así empezaban esas historias de lagos y selvas, de árboles y arroyos. En el medio del desierto, un recuerdo mantenía prendida una promesa.

En 2016, Carina, su hija, hizo una publicación en Facebook en el grupo “Dónde estás?”. “Ella es Ramona Ríos, que busca a sus hermanos”, así empezaba la búsqueda.

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Carina cuenta que desde niña sabía que tenía tíos. Tíos a los que no les conocía la voz, ni la risa, de los que no tenía fotos compartiendo una mesa de Navidad. Solo unos nombres: Angélica, Clementina y Sara Arévalo.

“Después llegué al grupo 'Estoy buscándote'. Allí publiqué la historia de mi mamá y empecé a escribirle a cada Angélica que estaba en el grupo”, comenta.

“Nos pasábamos con mis hermanos leyendo las historias. Buscando. Madrugadas no solo comparando, sino manteniendo la esperanza. Porque cada historia de reencuentro nos daba la esperanza de que podía pasar”, continúa. Sin embargo, el tiempo pasaba y los caminos seguían igual de inconclusos.

Tenés un mensaje nuevo

“Hay momentos en los que querés dejar de buscar. Porque sí, porque desgasta. Pero seguimos porque las historias de reencuentro hacían que pareciera posible”, comenta Carina.

“Un día una Angélica me escribió”, agrega. “Hola soy Angélica, hace muchos años me escribiste”, así empezaba el mensaje que aparecía como la punta de un ovillo al que desenredar.

Carina cuenta que Angélica tardó en escribirle porque el nombre de Sara no coincidía en la búsqueda de Angélica, pero todo lo demás se acercaba tanto que probó por las dudas.

“Empezamos a conversar. Íbamos comparando las historias y sí, tenían un montón de cosas en común”, explica Carina. “Además, físicamente son muy parecidas”.

El último tramo fue una videollamada. “Ese día las dejamos a las dos solas por videollamada, mamá salió con los ojos llorosos. "Es ella", les dijo.

"Rápidamente, empezamos gestionar el viaje, necesitábamos que se vieran porque sus otros dos hermanos habían fallecido. Si dejábamos pasar el tiempo iba a ser demasiado tarde", dijo Carina. Este jueves Ramona y Angélica se dieron el primer abrazo después de 50 años.

No parar de buscar

Los nietos de Ramona, su marido (que murió hace seis meses), sus cuñados conocían la historia de búsqueda. Toda la familia fue parte del armado de este rompecabezas.

“Hay miles de historias de personas que se buscan. Esperamos que no se dejen de buscar hasta encontrarse”, finalizó diciendo.

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