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Sanjuaninismo, la variación de la lengua en San Juan que enorgullece

En el día en el que la provincia cumple años desde su fundación, DIARIO HUARPE desentrañó algunos de los orígenes de las palabras más usadas en la región junto a profesionales de las letras. 

13 de junio de 2022

En el día en el que San Juan cumple 460 años, resulta válido discutir sobre cómo se habla en la provincia. El “sanjuaninismo” es una forma de hablar propia de los sanjuaninos, que conjuga palabras, expresiones y modismos provenientes de diferentes procedencias. DIARIO HUARPE habló con Gladys Deguer y con Gabriela Lull, ambas profesoras en letras de la Universidad Nacional de San Juan. Entre otras cosas, manifestaron que no hay que tener vergüenza del sanjuaninismo, todo lo contrario: hay que estar orgullosos.

“Yerbiado”, “semitas”, “yarco” y “choco”  Estas son algunas de las palabras que se usan habitualmente en la provincia y forman parte del sanjuaninismo. Según indicó Deguer, en la provincia confluyen vocablos, modismos y tonadas de distintas procedencias.

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La principal procedencia es la raíz indígena de San Juan. Las palabras “choco”, que significa perro y “camote”, que se refiere al tubérculo tradicionalmente llamado batata, son palabras que los sanjuaninos tomaron como préstamo de lenguas indígenas como el aimara y allentiac (lengua originaria del pueblo huarpe).   

Otro de los orígenes es el entrecruzamiento con los chilenos. De la relación de Cuyo con la región central de Chile, surgieron vocablos como “huevada”  (dicho irrelevante o carente de interés) y “huevón” (que tiene dificultad para realizar una cosa con cuidado o habilidad o para comprender).

“La cordillera es una barrera con Chile, pero también es un puente. Durante siglos, los pastores cruzaban el ganado entre las montañas  y, en ese contacto, se fueron compartiendo diferentes palabras y maneras de hablar. La gente que no tiene oídos entrenados suele confundir a los sanjuaninos con los chilenos”, añadió.

La profesora en letras explicó que los sanjuaninos también tomaron palabras y formas de expresarse del inglés. Una de esas expresiones es “aguaitar”. Este vocablo ya casi no se dice en la provincia, pero sí fue usado durante años anteriores. “Se cree que viene del verbo en inglés ‘wait’, que significa esperar. Los locales lo habrían tomado de los ingleses que venían a San Juan en la vías de los ferrocarriles”, aclaró.

Hay palabras que se refieren a la gastronomía, que son 100% sanjuaninas. Por ejemplo, semita y sopaipilla. La profesora en letras planteó que hubo vocablos que quedaron sin modificaciones porque, cuando los conquistadores se relacionaron con los indígenas locales, observaron cosas que no conocían y para las cuales no tenían nombres. Entonces, tuvieron que dejar los nombramientos originarios.

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Hay palabras que son puramente sanjuaninas. Como por ejemplo, el “yerbiado” (infusión que se hace con yerba mate) y “championes” (zapatillas de lona).

“Estas palabras surgieron en el siglo XX, son un poco más modernas y tienen una procedencia sanjuanina”, dijo Deguer.

Un vocablo meramente sanjuanino que merece mención especial es el “yarco”.Lull, quien además es lexicógrafa, explicó que no hay certezas de las raíces de "yarco", pero que hay quienes afirman que proviene del quechua y de la cultura inca, teniendo en cuenta que los incas llegaron hasta Mendoza. En relación con esto, se puede decir que significó, antiguamente, persona rústica, ignorante o crédula, venida de los pueblos del interior. Se nombraba así a los que provenían de Valle Fértil, Jáchal y La Rioja. Hoy en día, el sanjuanino lo utiliza para referirse a “alguien que habla o se viste mal” y justamente, se usa cuando alguien habla “a lo sanjuanino”.

Acepción de "yarco" según el Diccionario de Regionalismos de San Juan. Foto: Gentileza Gabriela Llul.

La pronunciación sanjuanina tiene diferentes características. La “rr” por la “eshe”, el sonido “ll” y “y” por “i”, la aspiración de las eses y, la más importante, el arrastre de las últimas sílabas. Esto es, el famoso “neeeeño”. Todas estas son figuras tonales tradicionales de San Juan. 

Conforme afirmó Deguer, lo que por años se denominó como yarco, hoy tiene que ser un motivo para enorgullecerse por ser sanjuanino. “Se piensa que hablar bien es hablar porteño, y no es así. No hay una manera correcta o incorrecta de hablar. Tenemos que estar orgullosos de nuestro sanjuaninismo. Nuestra lengua es nuestra identidad”, concluyó.  

 

 

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