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UDQ: la nueva celebración de fin de secundaria que preocupa a escuelas y padres
La nueva tradición del "Último Día de Quinto" (UDQ) reúne a los estudiantes la noche previa al último día de clases, con festejos que suelen incluir alcohol y terminar en las aulas al amanecer. Colegios y familias expresan su preocupación y buscan formas de contener los riesgos.
POR REDACCIÓN
Una nueva tradición se ha sumado al calendario de celebraciones de los estudiantes secundarios: el "UDQ" o Último Día de Quinto. Esta práctica, que emula la dinámica del ya conocido Último Primer Día (UPD), ha encendido las alarmas de autoridades educativas y familias por estar asociada al consumo de alcohol, la falta de sueño y situaciones de descontrol, desafiando la normativa de los colegios en la recta final del ciclo lectivo.
El UDQ consiste en que los alumnos que están por finalizar la secundaria se reúnen la noche previa a su último día de clases para festejar, generalmente con música y consumo de bebidas alcohólicas. El encuentro se extiende hasta el amanecer, momento en el que, en grupo, se dirigen al colegio portando banderas, con remeras intervenidas o el uniforme alterado para realizar un "banderazo" o una "batucada" a modo de despedida simbólica. Tras la jornada escolar, suelen continuar la celebración en plazas o espacios públicos.
Sin embargo, lo que para los adolescentes representa un rito de paso y cierre emocionante, para las instituciones educativas implica un serio desafío de convivencia y seguridad. El principal problema radica en que los estudiantes asisten a clases sin haber dormido y, en muchos casos, bajo los efectos del alcohol, lo que dificulta enormemente el desarrollo de una jornada normal y el cuidado de su integridad.
Frente a esta situación, numerosos colegios han comenzado a implementar medidas preventivas. Algunos han optado por restringir el acceso con banderas o instrumentos, mientras que otros han modificado estratégicamente el calendario. Es el caso del colegio de Martina, una joven que egresó el año pasado: "Con mi curso ya teníamos todo preparado para hacer el UDQ en una fecha, pero una semana antes, un viernes, nos avisaron que era nuestro último día". Según la exalumna, la institución se "adelantó" al festejo para evitar los conflictos recurrentes, aunque el curso igual decidió celebrarlo en otra fecha.
En casos extremos, la falta de control ha derivado en graves incidentes. Recientemente, en el Colegio Santa María de Mendoza, más de 100 alumnos protagonizaron un episodio de descontrol que culminó con destrozos en las aulas e instalaciones, luego de que las autoridades les prohibieran faltar a clase tras los festejos. La institución calificó el hecho como una "seria alteración del orden institucional" y aplicó amonestaciones masivas junto a un plan de reparación de los daños.