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Judiciales > Decisión Judicial

Un joven en situación de calle fue condenado por acuchillar a un jubilado

Así lo resolvió el Tribunal Oral en lo Criminal. A Marcelo Roberto Cabral le dieron 7 años de prisión. El hombre lo atacó cuando el anciano le quería dar de comer. 

POR REDACCIÓN

17 de octubre de 2019

Este jueves, un joven en situación de calle fue condenado en un juicio oral a la pena de siete años de prisión por haber atacado a cuchillazos y robado el teléfono celular a un jubilado que se había ofrecido a darle de comer y lavarle la ropa sucia que llevaba puesta. El hecho ocurrió en un departamento del barrio de Balvanera en Buenos Aires el año pasado. El Tribunal Oral en lo Criminal que encontró culpable a Marcelo Roberto Cabral (22) del delito de "robo calificado y lesiones".

La condena fue inferior a lo que había solicitado la fiscalía, la cual en su alegato había pedido una pena mayor por considerar que, además del delito de "robo con armas", por la cantidad de heridas que le provocó al damnificado, también debió ser condenado por tentativa de homicidio. Además, el fiscal hizo hincapié en los antecedentes del condenado, ya que tiempo antes había intentado sustraer los teléfonos móviles a otros dos vecinos de la zona, pero no pudo consumar su propósito debido a la rápida reacción de ocasionales transeúntes y la policía de la ciudad.

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Según la víctima, el motivo fue "darle de comer" y lavar la sucia campera que vestía Cabral, en tanto que el condenado sostuvo que el jubilado le regaló un teléfono celular a cambio de mantener relaciones sexuales, a las que se negó, por lo que fue agredido y se defendió con un cuchillo tramontina que estaba en el lugar.

El agresor huyó del departamento cuando una vecina que había escuchado los gritos del jubilado concurrió al departamento a ver lo que estaba pasando. En ese momento, Cabral escapó, pero no pudo salir del edificio porque no tenía llaves, por lo que fue detenido por la policía. Según peritos forenses, el anciano tenía lesiones punzocortantes en la cara, cuello, abdomen, antebrazos y algunos dedos de la mano, estas últimas debido a la defensa contra el ataque que la fiscalía calificó como “salvaje”, pero que el abogado de Cabral mencionó como un acto de “legítima defensa”.

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