Una criticada Coviar sale a buscar consensos con un nuevo plan: ¿mejor para San Juan?

A la Coviar se le termina el próximo 31 de diciembre el primer plazo para demostrar su valor para el sector vitivinícola. La institución público-privada fue creada en 2003 con el objetivo de mejorar la situación de esta agroindustria, que exceptuando el último año no deja de sumar malas noticias en cuanto a volumen de venta y hasta superficie plantada de viñedos. El primer plazo que tenía para trabajar era hasta el 2020, con su primer Plan Estratégico Vitivinícola (PEVI). En medio de críticas y hasta pedidos de disolución, esta semana plantearon un borrador de sus objetivos y estrategias para los próximos 10 años.

La llegada del nuevo PEVI se da en medio de fuertes contrastes. Por un lado, el sector sí ha reportado un crecimiento en ventas internas como externas, pero sólo durante los últimos 11 meses, ya que llevaba décadas cayendo. Pero, además, durante este año las críticas que ya se venían escuchando se fortalecieron. Algunas cámaras sanjuaninas y mendocinas habían pedido la disolución de la Corporación Vitivinícola Argentina, en marzo hubo protestas en Mendoza cuando se realizó el almuerzo anual y en junio incluso hubo una carta enviada al ministro de Agricultura de la Nación, Luis Basterra, donde empresarios de todo el país criticaron que en plena pandemia la institución subiera un 30% la cuota mensual que le cobra a las bodegas.

Con las aguas apenas más calmas, este noviembre la Coviar salió a buscar “consensos” y mesas de debate. Incluso, tras un pedido del Gobierno de San Juan, difundieron el borrador del PEVI 2030 entre todas las cámaras que componen el sector y pidieron que les envíen de vuelta críticas y recomendaciones.

A este borrador tuvo acceso DIARIO HUARPE y en el mismo se pueden algunos cambios que podrían ser una buena noticia para San Juan en caso de que se cumpla. Es que, a diferencia del anterior, está claro que los esfuerzos de la institución no estarán sólo en promocionar el vino, sino que también se enfocarán en el mosto, la uva en fresco, las pasas y otros productos derivados de la vitivinicultura. Para la provincia esto es bueno, porque es, de todas las que desarrollan la vitivinicultura, la que mayor porcentaje de productos diversificados tiene (un 33% de la uva se usa en productos no vínicos).

La vitivinicultura, más allá del vino

Desde los primeros puntos de los planes se puede ver la diferencia a la hora de tratar el producto que la corporación se encargará de promocionar. Mientras la versión 2020 se concentraba en su misión, visión y objetivos en posicionar el vino y mejorar sus mercados, el borrador del PIVE 2030 habla de productos derivados de la uva como vino, jugo de uva, uva de mesa, pasas y otros.

Los nuevos objetivos que se plantea la Coviar para la próxima década vitivinícola son más y todos aplican a todos los derivados e industrias que componen el sector. Según el texto, los esfuerzos se concentraría en aumentar tanto el volumen como el precio de lo que exporta el país, en aumentar el consumo de todos los productos, mejorar la eficiencia productiva, potenciar el enoturismo, alcanzar la sustentabilidad social y ambiental.

En cambio, hace más de una década, los horizontes a alcanzar eran tres y todos tenían que ver con el vino. En el PIVE consignado que buscaban posicionar los grandes varietales argentinos, reimpulsar el mercado interno y ayudar al desarrollo de los productores más chicos.

El borrador es también diverso en cuanto a la informa respecto a diferentes provincias productoras y estadísticas de los productos y mercados. Para el nuevo PEVI, al menos en el texto que se conoció, se tienen en cuenta las diferencias en las producciones de las dos provincias que tienen la mayor parte de la producción nacional, que son Mendoza y San Juan, pero también están incluidas las nuevas regiones que están aportando a la producción nacional.

Las estrategias, más abarcativas  

Además de salir a ofrecer un universo más amplios de productos, en el texto del nuevo borrador se suman metodologías para lograrlo más modernas y que tienen que ver nuevas tecnologías y compromiso social.

Las estrategias planteadas para el plan hasta 2020 eran tres. La Coviar propuso para el sector consolidar la identidad del vino argentino, reforzar la integración y articulación del sector y promover la innovación en la producción e industrialización.

Ahora la corporación también tiene en cuenta la innovación, la integración y la promoción. Pero, además, esta vez decidieron trazar estrategias también para la “concertación” dentro de los vitivinícolas. En el trabajo de comunicación agregaron un proceso nuevo que tiene que ver con definir las características de los productos por cada región.

A todo esto debieron sumarle que todo lo tratado en este PIVE deberá tener en cuenta los efectos de la pandemia, ya que cambió muchos de los paradigmas comerciales y productivos del sector vitivinícola.

El recuerdo de la "publicidad más cara del mundo"

Si bien el nuevo PEVI de la Coviar cuenta con algunas mejoras respecto a su antecesor, los empresarios del sector tienen un historial de desencuentros con la corporación. Es que el principal objetivo es la promoción de los productos argentinos y buena parte del presupuesto llega por una cuota que pagan los bodegueros y asociados.

Apenas iniciada la historia de la institución hubo una polémica que tuvo alcance nacional. Ocurrió en 2013 cuando salió una de las primeras "publicidades genéricas" realizada y pagada por la Coviar, que fue bautizada "Alegría. El vino nos une". En el video sonaba la música de Fito Páez y participaban otros artistas como Pedro Aznar, Rodolfo Mederos, Mariana Baraj, Peteco Carabajal, Vitillo Ábalos, Jaime Torres, Los Auténticos Decadentes, Pablo Lescano, Sergio Denis y los mendocinos Tilín Orozco, Fernando Barrientos y Mariela Contreras.

La campaña costó $20.000.000, que al cambio de ese momento eran casi 2.500.000 de dólares. Los empresarios acusaron a la Coviar de haber pagado la publicidad más cara del mundo y no haber conseguido los resultados deseados.