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Cuerpo en el Mercedario: el análisis de ADN confirmó que es Paty Altamirano
El hecho fue dado a conocer por la UFI Delitos Especiales durante este martes.
POR REDACCIÓN
Durante este martes, la Unidad Fiscal de Delitos Especiales se encargó de confirmar que el cuerpo hallado en el cerro Mercedario pertenece a Martha “Paty” Altamirano. Según fuentes judiciales, el resultado de compatibilidad genética (ADN) practicado a los hermanos de la tucumana dio resultado positivo.
La primera certeza sobre la identidad del cadáver fue mediante el testimonio de los cuatro hermanos de Paty. En horas del mediodía del último viernes 3 de febrero, y a través del testimonio de Corina Altamirano, aseguraron tras la visita a la Investigación y Morgue Judicial que era su hermana, quien falleció a fines de marzo de 1981.
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En ese momento, Corina tomó la palabra en rueda de prensa. Ante la pregunta de cómo se siente, la mujer, quien realizó la expedición al cerro junto con Paty, suspiró y aseguró que todos sintieron una profunda paz.
Para los hermanos no hubo dudas de que el cuerpo encontrado pertenece a Marta Emilia Altamirano, a quien todos recuerdan como Paty.
La mujer reconoció que pensaron que nunca iban a recuperar el cuerpo de su hermana. Además, agradeció la labor de las autoridades sanjuaninas por ayudarlos en la recuperación del cadáver.
Quieren llevar los restos a Tucumán
Corina Altamirano agregó que, tras los trámites legales de rigor, que implicaron la identificación de los restos y la elaboración de los documentos del fallecimiento, quieren llevar los restos a Tucumán. El objetivo de los hermanos es que el resto de la familia pueda despedirse apropiadamente de Paty.
Una vez que cumplan con esta ceremonia de homenaje, señalaron que van a incinerar los restos. En este sentido, dieron a conocer que pretenden regresar al cerro Mercedario para depositar allí las cenizas de su hermana.
“Ustedes tienen un cerro hermoso y allí descansará mi hermana”, aseguró Corina Altamirano al borde del llanto.
Corina explicó que alguna vez habló con su hermana sobre qué pasaría si mueren en la montaña. En ese entonces, la joven de 20 años le dijo que ella deseaba descansar en el cementerio de los andinistas en Mendoza o en el lugar en donde haya aparecido. Por este motivo, la familia tomó la decisión de dejar las cenizas en la montaña calingastina.
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Confirmación de los padres
En contacto con DIARIO HUARPE, los cuatro hermanos contaron que sus padres habían tomado conocimiento del hallazgo. Ese viernes, señalaron que no les dijeron algunos detalles del hallazgo del cuerpo en el cerro Mercedario.
“Ahora que estamos seguros les vamos a contar todo”, dijo Corina sonriente. También manifestó que, seguramente, su madre se va a sentir aliviada y feliz de poder despedir a su hija “como corresponde”.
La historia del caso
Marzo de 1981. Paty, como todos conocían a Martha Emilia Altamirano, emprendió su viaje a San Juan junto a su hermana Corina y a Sergio Bossini, un reconocido andinista de origen italiano y un recordado precursor del montañismo en Tucumán. De acuerdo a lo que figura en las crónicas periodísticas de la época, los tres andinistas llegaron al Cerro Mercedario el lunes 23 de marzo de 1981.
Allí se encontraron con un baqueano que los condujo a la zona de campamento. Para el viernes 27 de marzo, los tucumanos estaban instalando un campamento sobre el hielo a unos 5.000 metros sobre el nivel del mar (msnm). En un determinado momento, Paty se resbaló y cayó en medio de una grieta.
De inmediato, Sergio y Corina trataron de ayudar a la chica, pero ya nada pudieron hacer. Según ellos mismos contaron, la vieron fallecida en una grieta del Glaciar del Caballito. No pudieron sacar el cuerpo de este pozo y el domingo 29 de marzo debieron bajar de la montaña.
Los días pasaron y el frío de la montaña hizo imposible volver a buscar a Paty. Pero para el 31 de diciembre del 1981 la madre de Paty, su hermana Corina y su hermano Marcelo y Orlando Bravo del Club Andino de Tucumán emprendieron una nueva expedición para tratar de dar con el cuerpo de la chica.
El 2 de enero de 1982 el grupo arribó al lugar de la tragedia. Cuando llegaron a ver el glaciar, observaron que estaba, literalmente, partido y el cuerpo de la joven se habría deslizado hacia el interior de esta formación de hielo. Para el 7 de enero, la mamá de Paty y sus hijos bajaron de la montaña sin poder traer el cuerpo de la joven.
Hay un viejo adagio que reza que “los andinistas no abandonan”. Esto implica que cuando uno de ellos deja su vida en la montaña, los sobrevivientes lo buscan sin importar el tiempo que pase. Por eso en enero de 1984 Bossini volvió a subir al Mercedario con la intención de encontrar a Paty.
Recorrió la peligrosísima pared sur y no encontró a su amiga. El lunes 9 de enero logró ascender en soledad a la cima del Cerro Mercedario. De acuerdo a lo que publicó el diario La Gaceta de Tucumán, “El Tano” Bossini no subió solo, sino que llevó una cruz de metal que dejó en la cima sanjuanina. “Ahora Paty descansa en paz”, aseguró ese día el montañista.