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Violento cruce y cuatro momentos inesperados en el juicio del policía asesinado
Diego Espejo se presentó en Tribunales. El cuarto intermedio fue álgido. Uno de los presentes quedó inhabilitado para ingresar nuevamente a la sala.
Por Facundo Merenda
Falta poco para que se cumplan ocho meses del crimen de Oscar Mura, un joven de 27 años perteneciente a la Policía de San Juan. Todo ocurrió en una vivienda del departamento Chimbas. Su pareja Diego Espejo, el principal implicado. Justamente este miércoles llegó a Tribunales y escuchó a los testigos que fueron citados para aportar más datos en la causa. Si bien eso era lo trascendental de la audiencia en el medio pasaron algunas cosas que generaron contratiempos y provocaron un momento tenso.
El tribunal, integrado por Federico Rodríguez, Gemma Guerrero y Ana Lía Larrea, pidió un cuarto intermedio luego de iniciada la audiencia en donde la UFI Delitos Especiales, encabezada por Francisco Micheltorena, ofreciera todas las pruebas colectadas durante estos meses que para ellos reafirma la postura de que fue Espejo quien terminó con la vida de su pareja.
Apenas salieron los magistrados de la Sala 5 del Sistema Acusatorio ese recinto se convirtió en el epicentro de un violento cruce entre algunos de los presentes. Oscar Mura, padre del difunto, increpó y agredió físicamente al implicado mientras este estaba junto a sus abogados defensores. Aseguran que el hombre tuvo un brote de nervios por lo que fue a buscar a Espejo y recriminarle la muerte de su hijo. Lo hizo frente a la mirada atenta de los efectivos que debían evitar este tipo de altercados.
Mura (p) salió de la sala y se lo vio arrodillado en el hall de ingreso. La Policía lo retiró y cuando volvió el tribunal la defensa de Espejo, encabezada por el doctor Gustavo de la Fuente, expuso lo sucedido y fue el juez Rodríguez quien le prohibió el ingreso definitivo a la sala de audiencia mientras dure el juicio. La madre del efectivo fallecido pidió disculpas por el accionar de su esposo y ella siguió presenciando la audiencia.
Momentos inesperados
Luego del receso y a punto de escuchar a una testigo ocurrieron algunas situaciones que pausaron el normal desarrollo de la audiencia y algunas opiniones vertidas por los presentes generaron un clima tenso.
• Jueces sin fueros
Cintia Álamo fue una de las convocadas a decir su verdad. La mujer es miembro de la Policía de San Juan desde hace 26 años. Fue la primera en intervenir aquella madrugada cuando, cerca de las 2, le sonó el teléfono en donde le avisaban que en una casa del barrio Sarmiento encontraron a un hombre sin vida. Este era el efectivo Oscar Mura.
La testigo contó cómo fue el procedimiento, aunque antes de iniciar estaba dando la espalda a la pantalla en donde pasaban las fotos por lo tanto no coincidía su relato con el reflejo del material. Los jueces advirtieron este hecho y, pese a que podían pedir ayuda, Guerrero y Rodríguez se levantaron para cambiar de lugar la silla y acomodar el micrófono.
• Sin tijera para abrir las cajas
El Ministerio Público Fiscal presentó dos cajas repletas de pruebas. Las mismas estaban completamente selladas. Ese fue el principal contratiempo. Micheltorena pidió una carpeta azul en donde estaban los CD’s que contenían las fotos del procedimiento de aquella noche.
Estuvieron algunos minutos, primero dilucidando en qué caja estaban y luego intentando abrirlas. No había ningún elemento cortante en la sala, ni siquiera tijeras. Tanto la defensa de Espejo como el mismo fiscal tuvieron que recurrir al uso de una lapicera para poder sacar el material.
• El arma homicida en la caja: ¿Cargada?
Uno de los integrantes que estaba en la mesa de Fiscalía le explicó al juez Rodríguez que era peligroso que las cajas estuvieran cerca de Espejo. Solamente las dividía un escaso espacio entre las piernas del implicado que estaba sentado y la mesa en la cual reposaban.
Un detalle que utilizó para justificar la peligrosidad de esto era que dentro de una de las cajas estaba el arma homicida. Rápido de reflejo, el magistrado le repreguntó si la misma estaba cargada a lo que el profesional le respondió que no. Dicho esto, el hecho no revistió mayor gravedad y el acusado siguió cerca de las cajas. Sin embargo, en la sala se vivió un momento de tensión tras la sospecha de que el revolver pudiera contener balas.
• Fotos desordenadas
Fiscalía presentó un CD con varias fotos de cómo se hizo el procedimiento para levantar el cadáver. Esto fue exhibido en una de las pantallas de la sala cuando hablaba Álamo. Aunque reconocieron que algunas estaban desordenadas y esto produjo un recambio de CD en donde luego se pudo ver mejor el lugar del hecho. Antes de eso fue la testigo quien dialogó con el tribunal y hasta le propuso hacer una representación de su proceder frente a ellos aunque, entre risas, los jueces dijeron que no porque pretendían ver los registros de aquella madrugada.
Dato
Diego Espejo es juzgado por el delito de homicidio calificado por el vínculo de pareja que tenía con el difunto y alevosía. Esta figura está agravada por el uso de arma de fuego en concurso real.