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Encontraron un mosquito africano que aumenta la agresividad del dengue
Un equipo del Conicet detectó un subtipo africano de Aedes aegypti, el mosquito que transmite el dengue en Argentina, la chikunguña, el zika y la fiebre amarilla urbana. Esto explicaría la capacidad invasiva del insecto.
POR REDACCIÓN
Los investigadores del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), detectaron que además de poblaciones locales del Aedes aegypti, se encuentra en el país una subespecie que habría sido introducida desde África en barcos de carga.
Los profesionales recogieron muestras de insectos en Aguaray, Salta, en las ciudades misioneras de Posadas y en la capital bonaerense, La Plata. En todos los casos hallaron una mezcla genética de dos subespecies: Aedes aegypti aegypti (Aaa), una forma urbana distribuida en todo el mundo fuera de África, y Aedes aegypti formosus (Aaf), una forma selvática de origen africano subsahariano, informó la Agencia CyTA-Leloir.
El caso de Argentina “es un enigma” dado que es el único lugar del mundo fuera de África con evidencia de que Aaf es un ancestro reciente de todas las poblaciones de mosquitos estudiadas.
“Una posible explicación es que hayan ingresado a nuestro país en forma accidental vía comercio o migración pasiva, es decir, en contenedores traídos por barcos de carga”, explicó la doctora María Victoria Micieli, del Cepave.
El entrecruzamiento entre poblaciones distintas de Aedes aegypti, puede llevar a un incremento de la capacidad de invasión de este mosquito debido a una variabilidad genética mayor.
El trabajo argentino forma parte de un estudio internacional destinado a determinar la diversidad genética del vector en 30 países, liderado por el doctor Jeffrey Powell, de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, resultados que fueron publicados en la revista “Molecular Ecology”.
El estudio de la estructura genética incluyó a 79 poblaciones de Aedes aegypti, provenientes de 30 países de seis continentes, para conocer patrones de invasión de la especie.
Este trabajo permite “generar una base de datos de diversidad genética de referencia que puede ser usada para determinar el origen probable de nuevas introducciones”, detalló la especialista.
“La rápida y altamente exitosa adaptación al ambiente humano de este mosquito y su subsecuente dispersión en el mundo es prueba de la flexibilidad adaptativa que esta variación genética le confiere”, añadió.
Esta adaptabilidad “es lo que se nos presenta como un reto para el control de esta especie invasiva”, afirmó Micieli.
Fuente: Télam