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Fiebre amarilla: vacuna y medidas para evitarla
Si bien en Argentina, hasta el momento, no se registró ningún caso, es importante conocer qué hacer en el caso de viajar al área más afectada que es Brasil. Además, te acercamos lugares y horarios dónde se coloca la vacuna.
POR REDACCIÓN
Actualmente, en Brasil se vive un brote intermedio de Fiebre Amarilla. Y hasta el momento se han notificado 409 casos de esta enfermedad y 118 muertes durante los últimos siete meses.
El encargado de transmitir esta infección es el mosquito de la especie Haemagogus. Y si bien en Argentina no se ha detectado transmisión de virus ni en zonas selváticas, ni urbanas, es necesario conocer algunas medidas a tener en cuenta en el caso de viajar al país vecino:
En primer lugar, las personas que viajen a las zonas de riesgo de Brasil, es decir, los estados de San Pablo, Río de Janeiro y Bahía, a partir de los 9 meses de edad y hasta los 60 años que no tengan ninguna contraindicación deberán recibir la vacuna.
La vacuna contra la fiebre amarilla es accesible y una sola dosis es suficiente para obtener inmunidad y protección de por vida, sin necesidad de dosis de refuerzo.
La colocación de la vacuna debe realizarse al menos 10 días antes del viaje.
En San Juan se puede colocar la vacuna en el Vacunatorio Central, en calle Mitre 344 (oeste) los días lunes y miércoles de 7,30 a 12hs. También los días martes y viernes de 8 a 12hs en el vacunatorio del Hospital Marcial Quiroga. Mientras que en el vacunatorio del Hospital Rawson la atención son los jueves de 8 a 12hs.
Además de vacunarse, los viajeros deben adoptar medidas de prevención de picaduras de mosquitos. Es decir, llevar repelentes, ropa de mangas largas, colores claros y uniformes, mosquiteros y aire acondicionado en el lugar de hospedaje. Y sobre todo consultar rápidamente al médico ante la aparición de: fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolor muscular, náuseas o vómitos.
Si bien no existe un tratamiento específico para esa infección, los pacientes pueden evolucionar bien. Los casos más leves deben guardar reposo, tomar paracetamol por prescripción médica, y protegerse de las picaduras de mosquitos. En los casos graves, el paciente necesita ser hospitalizado y recibir oxígeno.