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Llegamos a la tierra de la India Mariana
Ya quedan pocos departamentos que visitar y, Pocito, era uno de ellos. Justamente ese fue el destino de hoy de Yo Te Invito, el programa que recorre toda la provincia de San Juan para mostrarte sus más bellos rincones.
POR REDACCIÓN
Pocito es un departamento encantador, cada vez más elegido como lugar de residencia por cientos de sanjuaninos que, aunque desean vivir cerca de la ciudad, prefieren el verde, fresco y tranquilo paisaje pocitano.
En el día de hoy el equipo de Yo Te Invito visitó las tierras de la india Mariana en un programa cargado propuestas entretenidas. Desde una visita a una champañera artesanal, hasta volar por los aires en el Aeroclub, no quedó rincón o actividad sin conocer.
Si te perdiste la edición de hoy, te dejamos la lista de lo que, para nosotros, fue lo más destacado:
Ruta del Vino:
El departamento cuenta con una gran cantidad de bodegas y aceiteras que componen la Ruta del Vino y del Olivo. Hoy hicimos una parada en la Champañera de Miguel Mass, reconocida por su producción artesanal.
El recorrido guiado por la champañera permite al visitante conocer cómo se realiza la elaboración de vinos y espumantes, a través del método artesanal denominado Champenoise. Se puede observar el degüello del espumante, su encorchado, y embozalado.
Es importante destacar que Miguel Mas ha sido pionero en Argentina en la agricultura orgánica. En la actualidad, además de vinos, se producen distintos productos elaborados a partir de frutos %100 orgánicos.
Obra revolucionaria: La Deportación de los Huarpes
Pocito es un lugar repleto de historias y algunos rincones nos ayudan a conocer muchas de ellas.
El portal de ingreso a la escuela Luis Vernet, ubicada en una tranquila y poco transitada zona rural del departamento, se transformó en el centro de exposición de una magnífica obra de arte, realizada por el reconocido artista plástico italiano Raffaele Bereta.
La escultura se denomina “La Deportación de los Huarpes” y fue un obsequio que recibió el departamento de manos del artista, quien visitó la provincia, quedó enamorado de sus paisajes y la calidez de su gente, y decidió dejar un pedacito de su arte. Eso sí, hizo participar de la experiencia a toda la comunidad de la escuela Luis Vernet, lo cual para él fue calificado como un proceso revolucionario, que llevó el arte a lo cotidiano.
La magestuosa obra tiene casi 17 metros de largo y está dividida en cinco paneles, que representan, en una linea de tiempo, parte de la historia de los pueblos indígenas que habitaron la provincia.
Rincones con historia:
Pocito tiene una gran cantidad de lugares importantes para la historia, ya sea del departamento, como de la provincia e incluso el país. Uno de los más relevantes es La Rinconada. Allí, tuvo lugar un cruento enfrentamiento en el que soldados sanjuaninos defendieron la autonomía de la provincia ante el avance de tropas puntanas.
Las víctimas, entre las que se encuentra Antonino Aberastain, Gobernador de San Juan hasta 1861, son recordadas a través de un monolito que se encuentra en el lugar.
La Villa Aberastain: La plaza y sus estatuas
Se trata de la cabecera del departamento y concentra gran parte de la población. La Plaza Libertad es el centro de las reuniones y allí podemos encontrar un gran número de estatuas y esculturas cuyas historias son muy llamativas.
Una de ellas es una réplica de la Estatua de la Libertad de Nueva York que fue encargada por Federico Cantoni, en el año 1909, al escultor francés que realizó la escultura original. La idea era colocarla en Buenos Aires e inaugurarla en el marco de los festejos por el centenario de la patria.
Lo cierto es que la estatua estuvo dando vueltas en el puerto hasta que alguien recordó que había sido encargada por un sanjuanino. Así es como llegó a nuestra provincia. Y luego de estar varios años en el parque de Mayo, pasó a ocupar un lugar preponderante aquí, en Pocito, donde lleva 87 años mirando hacia La Rinconada, lugar de importancia para los movimientos libertarios.
Otra de las esculturas que llaman la atención es la de la India Mariana, cuya historia, se cree, dio origen al nombre del departamento.
Mariana pertenecía a la comunidad Huarpe, y pasaba largas horas debajo de un algarrobo contando fantásticas historias producto de su imaginación. Ella solía ofrecer a los niños que la escuchaban atentamente, piedritas brillantes que sacaba de un pocito.
Esas piedritas no eran nada más y nada menos que oro. Un día unos españoles quisieron robarle y en el momento se sintió un gran estruendo, Mariana nunca fue encontrada y tampoco su pocito, aunque su historia trascendió por generaciones.