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Arañas en Mendoza: pocas peligrosas, muchos mitos y ninguna muerte en más de diez años
La viuda negra y la araña de rincón son las únicas especies de riesgo en la provincia. Los especialistas piden calma: hay tiempo para recibir atención médica y existen antídotos disponibles en hospitales clave.
POR REDACCIÓN
Con el final del verano y el inicio de marzo, la zona rural de Mendoza entra en lo que los vecinos llaman “la época de las arañas”. Durante las noches, se vuelven más visibles, bajan por los marcos de las puertas y tejen sus trampas en rincones y pasillos, generando molestias y algunas preocupaciones. Sin embargo, los especialistas aseguran que el riesgo real es muy bajo.
En Argentina existen alrededor de 800 especies de arañas, pero solo tres tienen relevancia médica. De esas, apenas dos habitan en Mendoza: la viuda negra (Latrodectus) y la araña de rincón (Loxosceles). Ambas pueden provocar síntomas serios si pican a una persona, pero no son mortales si se recibe atención médica, según explicó el reconocido toxicólogo Sergio Saracco.
“No hay que desesperarse. Las picaduras permiten un margen de tiempo amplio para ser tratadas y hay antídotos en hospitales regionales”, aseguró Saracco.
La tercera especie venenosa del país, la Phoneutria nigriventer (o “araña del banano”), es la más agresiva, pero no vive en Mendoza, ya que solo se encuentra en zonas tropicales del norte del país.
Las otras dos sí son autóctonas y están distribuidas en varias regiones del país. No obstante, Saracco subrayó que no hay registros recientes de muertes por su picadura en Mendoza. De hecho, para encontrar el último caso grave de araña de rincón, hay que retroceder diez años.
En toda la provincia, se registran alrededor de 100 picaduras al año que requieren atención médica. Por protocolo, los sueros antiveneno están disponibles en hospitales estratégicos como los de San Rafael, General Alvear, Malargüe, el Scaravelli en Tunuyán y el Perrupato en San Martín. También hay stock en el Hospital Notti y el Lencinas, y durante la temporada alta se refuerzan áreas como Uspallata.
Los antídotos son producidos en el país por el Instituto Malbrán, a partir del plasma de caballos inmunizados con pequeñas dosis de veneno, lo que garantiza disponibilidad y eficacia en todo el territorio.
Si bien el contacto con telas de araña es frecuente en esta época, la mayoría de las especies no son peligrosas. Solo en caso de picadura con síntomas —como dolor local, enrojecimiento o fiebre— se recomienda acudir a un centro de salud.
“La clave es la tranquilidad. Hay tiempo, hay tratamiento y hay conocimiento médico suficiente para actuar a tiempo”, concluyó Saracco.
Fuente: Diario Los Andes