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Baches gigantes, agua estancada y amenaza de mosquitos, el drama del Barrio 23 de Mayo
Los vecinos dijeron que hicieron múltiples reclamos pero que no obtuvieron respuestas concretas para ponerle fin al problema.
POR REDACCIÓN
Los vecinos del Barrio 23 de Mayo y su ampliación, en Rawson, expresaron su descontento ante la persistente situación de pozos de agua en una calle que, según afirman, se han convertido en un peligro constante.
Silvia, una vecina del complejo habitacional, señaló a DIARIO HUARPE que "el pozo lleva meses ahí", y dijo que es consecuencia de un caño roto que ha sido “parchado” en varias ocasiones sin obtener una solución definitiva. “Con las lluvias, los arreglos se rompen y los pozos se hacen más grandes, convirtiendo el paso de autos, motos y bicicletas en una verdadera odisea”, lamentó.
La situación se agrava aún más debido a la presencia de una parada de colectivos en la misma zona afectada. “Es imposible tomar el micro ahí. Hay que caminar mucho antes o tomar por otro lado”, aseguró Mónica, otra vecina del barrio. Según los residentes, el problema no solo representa una incomodidad, sino que también se ha vuelto peligroso por el riesgo de proliferación de mosquitos y otros insectos, especialmente en un contexto donde el dengue es una preocupación creciente.
Los vecinos manifestaron que han realizado múltiples reclamos a la municipalidad rawsina, así como a OSSE (Obras Sanitarias Sociedad del Estado), pero hasta ahora, la respuesta ha sido insuficiente. “Vienen, destapan y vuelven a tapar, pero el problema persiste”, afirmaron. A pesar de los intentos de las autoridades, los vecinos sostienen que no hay un arreglo que sea verdaderamente efectivo.
“Este es el acceso principal al barrio y también conecta con otros, por eso circulan muchos vehículos”, comentó Silvia, enfatizando la importancia de una solución pronta y efectiva. La falta de atención a este problema ha llevado a los vecinos a cuestionar si la gestión actual es más efectiva que la anterior.