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Barrio Smata I: la alegría por la plaza que hicieron y el sueño de la sede propia
El espacio verde que equiparon con el dinero de un premio que ganaron es su máximo orgullo.
Por Eliana Ruiz
En el barrio Smata I, entregado desde 1977 hasta 1979, viven más de 250 familias que están representadas a través de la unión vecinal. Los integrantes de la misma son adultos mayores que están orgullosos de los logros que obtuvieron hasta el momento. Aunque aún les quedan sueños por cumplir.
Su principal felicidad es la plaza que equiparon con aparatos de gimnasia que compraron ellos mismos con el dinero de un concurso que ganaron en el 2013. Ese año obtuvieron $20.000 que usaron para comprar tres equipos para hacer deportes. Además, ahí colocaron riego por aspersión y adornaron todo con piedras que bordearon diversas zonas. También, con troncos que ellos mismos pintaron.
“Eso fue una iniciativa muy linda. Nos gustó mucho como quedó y todo lo hicimos nosotros. Lo único que colocaron desde el municipio fueron unos banquitos”, contó la tesorera de la entidad, Victoria García.
Entre lo logrado hay varios ítems a los que hacen referencia, como las obras de repavimentación de todas las calles internas del barrio y accesos que consiguieron y que destacan que “no le costó un peso al frentista”. Además, la instalación de teléfonos, cloacas, gas natural y del servicio de alarmas comunitarias, el cual concretaron en el 2018 a través de un subsidio de $15.000 que les otorgaron desde la Municipalidad de Capital.
“Como comisión somos muy unidos, a pesar de que a veces cuesta convocar a los vecinos y reunirlos. Cuesta remar con eso porque uno lo siente como una falta de apoyo”, dijo Victoria.
“Hay muchos que critica, pero yo les digo que no se quejen si no proponen nada ni participan de las actividades o asambleas que hacemos”, agregó la presidenta de la unión vecinal, Rosa Blanco.
Si bien esta entidad nació en 1977, hubo un tiempo en el que no tuvo actividad, alrededor de 17 años, y recién en el 2008 el grupo de vecinas decidió recuperarla.
Frecuentemente, buscan hacer eventos que beneficien a sus vecinos. Es por ello que no faltan los operativos de vacunación ni los de esterilización de mascotas en el complejo habitacional. Tampoco las reuniones con los funcionarios de la Secretaría de Seguridad y Orden Público en las que piden mayores recorridas de los efectivos de la Comisaría 27ª con el fin de evitar los robos en las viviendas.
La mayor parte de obras y de actividades que realizan tratan de gestionarlas con el municipio debido a que sólo cobran $100 de cuota y con eso poco les alcanza. Incluso, cuesta que algunos vecinos la paguen.
“Tratamos de trabajar en conjunto con la municipalidad, la gestión que sea. Trabajamos para la comunidad y para sacar adelante el barrio”, manifestó Rosa.
Si hay algo con lo que sueñan desde la entidad es con la sede propia. Hay un predio que actualmente está desocupado y en el que les gustaría construir un salón de usos múltiples, pero no cuentan con los recursos para ello. Para las integrantes de la unión vecinal ese espacio es fundamental para poder hacer diversas actividades ahí, como así también las asambleas con todos los vecinos.
Para ellos, el principal sueño es ese salón, ya que ahí podrían hacer los diversos eventos que actualmente hacen en las plazas del barrio o en una escuela cercana cuyas instalaciones les prestan.
El barrio
El barrio cuenta con 263 casas, ubicadas en lotes de unos 400 metros cuadrados, que están distribuidas en 21 manzanas. Lo entregaron en tres etapas entre los años 1977 y 1979.
En aquella época, el diseño del complejo fue innovador. Es que contaba con instalación eléctrica de forma subterránea y calles que rematan en cul de sac (sin salida) lo cual se hizo con el objetivo de evitar los cruces y, por lo tanto, los siniestros viales.
Congreso de Entidades Vecinales
Desde el año 2009 hasta el 2019 participaron de forma ininterrumpida de todos los congresos nacionales, internacionales y del Mercosur de Entidades Vecinales que se llevaron a cabo en distintas provincias. En ellos suelen participar más de 500 vecinalistas del país.
Estos viajes los costean las integrantes de la unión vecinal con dinero que obtienen de la venta de empanadas que hacen caseras. En los mismos se abordan temas relacionados con la seguridad, medioambiente, trata de personas, adicciones, violencia familiar, adulto mayor, entre otros.
Los integrantes de la vecinal del Smata I valoran mucho este tipo de iniciativas debido a que se vienen colmados de ideas para implementar en sus comunidades que logran crecer y aportar al crecimiento barrial de San Juan, lo cual se valora en este nuevo aniversario de la fundación de San Juan.