Cómo funciona la Celda Histórica de San Martín en San Juan

Cada 17 de agosto se conmemora el paso a la inmortalidad del general Don José de San Martín. En San Juan está la celda por donde pasó, moviendo las piezas, para que en 1816 se declarara la independecia. Cuál fue su relación con San Juan, qué dejó en la provincia y cuál es nuestra herencia sanmartiniana. Para eso, DIARIO HUARPE habló con Carlos Basualdo, de la Asociación Sanmartiniana de San Juan.

Un amigo cuyano

En el corazón de la Ciudad Capital de San Juan, se encuentra un rincón histórico que ha perdurado a través del tiempo, llevando consigo las huellas de uno de los héroes más ilustres de América Latina. La Celda de San Martín, ubicada en el antiguo Convento de Santo Domingo, es un lugar cargado de significado, donde el General Argentino José de San Martín dejó su marca durante un momento crucial en la lucha por la independencia.

A pesar de los avatares de la historia, el convento resistió los embates del tiempo, aunque no sin cicatrices. El devastador terremoto de 1944 dejó su huella en el edificio, pero curiosamente, la Celda de San Martín emergió inquebrantable. Conservando su estructura original y mobiliario, esta celda ha llegado hasta nuestros días como un testimonio viviente de los acontecimientos que allí tuvieron lugar.

La celda, situada en la calle Laprida 57 oeste, reviste un valor histórico excepcional. Fue en este modesto espacio donde, el 9 de julio de 1815, el general José de San Martín encontró refugio en su visita a la Ciudad de San Juan. En ese momento, el líder argentino desempeñaba el rol de gobernador de la Provincia de Cuyo desde su sede en Mendoza.

En este sitio de encuentro y reflexión, San Martín se reunió con figuras clave de la época, entre ellas, su teniente gobernador José Ignacio de la Roza, el fray Santa María de Oro y un joven Francisco Narciso de Laprida. En este ambiente, impregnado de la efervescencia independentista, los líderes discutieron y planificaron los pasos a seguir en la lucha por la libertad de Chile y el Alto Perú.

Este espacio de diálogo y determinación fue el caldo de cultivo para uno de los episodios más emblemáticos en la historia de la independencia argentina. La influencia de estas conversaciones en la Celda de San Martín se extiende más allá de sus paredes, manifestándose en hechos de trascendental importancia. Un año después de aquella reunión, el 9 de julio de 1816, Francisco Narciso de Laprida y el fray Santa María de Oro jugaron un papel fundamental en el Congreso de Tucumán, acelerando la declaración de independencia del reino de España. Este momento marcó un hito en la historia de la nación.

“San Martín, cuando llegó al Perú, dijo –Estoy acá en Perú, gracias al pueblo de San Juan-. Podría haber dicho por el pueblo cuyano, pero no, siempre fue memorioso con la provincia. Él le tuvo mucho aprecio a la provincia”, comentó Basualdo.

La Celda de San Martín se convirtió en un faro de inspiración para aquellos líderes visionarios que lucharon por la autonomía de su tierra. A través de sus muros, resonaron los ecos de discusiones políticas y debates ideológicos que marcaron el rumbo de la región. El legado de este pequeño espacio se entrelaza con la lucha de la independencia, la gestación de decisiones trascendentales y la forja de una identidad nacional.

También dejó como legado “La escuela de la Patria”, aquella donde se formó Sarmiento.

El museo

Hoy en día, la Celda de San Martín ha asumido una nueva forma de servicio a la historia. Convertida en el Museo Histórico de la Argentina, abre sus puertas a los visitantes para que puedan explorar y comprender los momentos cruciales que allí ocurrieron. Los días hábiles, el museo ofrece entrada gratuita y se organizan visitas guiadas, de 9.30 a 18 horas, que permiten a los visitantes sumergirse en el pasado y conectarse con la tenacidad y el coraje de quienes dieron forma a la nación.

La Celda de San Martín en el Convento de Santo Domingo es más que un rincón arquitectónico; es un testimonio palpable de la determinación y la visión que guiaron a los líderes en la búsqueda de la libertad. A medida que los visitantes se adentran en sus paredes cargadas de historia, encuentran una oportunidad para conectar con el pasado y celebrar la tenacidad que llevó a la independencia de América Latina.