Crimen de Quiroga: la mujer acusada apuntó contra su pareja y dijo que la obligó a ver cómo quemaba el cuerpo

En medio de la investigación judicial para determinar lo que sucedió con Rubén Darío Quiroga, el hombre de 53 años que murió en el departamento Iglesia, la Justicia citó a Glenda Aciar, de 23 años, para que contara lo que ocurrió aquella jornada del 22 de mayo, fecha en la que el fallecido tuvo señal telefónica por última vez.

Aciar llegó el miércoles pasado a Jáchal donde está asentada la Segunda Circunscripción Judicial y declaró por más de 7 horas frente al juez Javier Alonso, que interviene en la causa. Según comentó, aquella noche su pareja, Luis Montaño de 30 años, tomó su chip, lo introdujo en su teléfono, se hizo pasar por ella y convocó a Quiroga a un basural a 100 metros de su casa sobre Ruta 150, en la localidad de Rodeo.

La mujer contó que el objetivo principal del hombre era provocarle la muerte a Quiroga. “A alguno de los dos tengo que matar”, fue la premisa que Glenda dijo que esbozó Montaño en aquella oportunidad. Ese relato se desprende de los aportes que fuentes judiciales le realizaron a DIARIO HUARPE.

Al parecer, Montaño había descubierto hace algunos días la relación que Aciar mantenía con Quiroga. Sin embargo, la defensa de la acusada comentó que la pareja estaba transitando un momento de desgaste y estaban a punto de separarse, pese que tienen una hija en común de 2 años.  

El reloj marcó las 23, hora en que la pareja tenía que ir a encontrarse con Quiroga. El conocido albañil iglesiano llegó junto a su bicicleta y según la declaración de Glenda fue Montaño quien le dio con un fierro en la espalda y en la nuca que lo dejó tirado en el suelo. Tras la golpiza, lo roció con nafta – que había comprado durante la mañana de ese viernes – y lo prendió fuego. La mujer relató que el hombre la obligó a ver cuando Quiroga estaba envuelto en llamas, junto a él también se consumía su bicicleta.

El abogado de Aciar, Juan Fonzalida, explicó que tras esa escena la mujer decidió irse a su casa a amamantar a su hija. Sin embargo, Montaño continúo varias horas en el baldío esperando a que el cuerpo se calcinara por completo, según fuentes judiciales. Luego de esto, la mujer relató que los restos de Quiroga fueron tomados por su pareja y arrojados a una letrina para ocultar el crimen.

La defensa de Glenda comentó que ella sostuvo frente al juez que era víctima de violencia de género por parte de Montaño. El relato de la mujer apuntó a maltratos psicológicos, pero también físicos. Según contó que Luis le pegaba en sus partes íntimas y en la cabeza al punto de quedar inconsciente.

Fonzalida precisó que cuando Montaña subía a trabajar en la mina Veladero, le pedía como muestra de amor a Glenda que le envíe fotos de los lugares que frecuentaba y que si surgía algún interrogante en la causa de la búsqueda de Quiroga ella tenía que despistarlos. Como castigo de su infidelidad, la mujer explicó que su pareja la dejaba afuera de su casa en ropa interior y solamente podía ingresar para darle de mamar a su bebé.  

El 16 de junio fue una jornada clave. En medio de un allanamiento en su vivienda, Glenda confesó todo lo que sucedió ante los efectivos policiales. De ahí en más los dos quedaron detenidos y vinculados a esta causa. La mujer fue trasladada hasta la Comisaría 28° donde está alojada actualmente, mientras que él fue a parar al Servicio Penitenciario Provincial.

La Justicia está investigando a Aciar por la supuesta comisión del crimen bajo el delito de homicidio agravado por su relación sentimental con el difunto y por la alevosía de su muerte, mientras que Montaño solamente deberá responder por el último agravante.