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Días clave para concretar la venta de Garbarino y saber qué pasará con los 52 empleados sanjuaninos
La compañía de electrodomésticos ultima detalles de un preacuerdo para ceder su firma. En San Juan reina la duda sobre los trabajadores.
POR REDACCIÓN
La compañía de electrodomésticos Garbarino se encamina a la venta de su firma a nivel nacional. El actual dueño, Carlos Rosales, protesorero del Club San Lorenzo de Almagro, vendería la compañía a Facundo Prado, dueño de Supercanal Arlink. Las negociaciones por medio de un preacuerdo están más que avanzadas, según lo que señalan algunos portales periodísticos. Sin embargo, en San Juan reina la incertidumbre sobre lo que pasará con el futuro de 52 trabajadores que prestan sus servicios en las dos sucursales que funcionan en la provincia (centro capitalino e Híper Libertad).
En ese sentido, la secretaria del Sindicato Empleados de Comercio (SEC), Mirna Moral, dialogó con DIARIO HUARPE y comentó que desde el organismo se enteraron el pasado viernes de la posibilidad de un traspaso de esta compañía. “Recibimos esa comunicación y nos pusimos a ver lo que iba a pasar con los trabajadores”, puntualizó. En esa línea, añadió que la promesa inicial es mantenerlos en sus puestos laborales. Esto fue un pedido que realizaron en el país debido a que la empresa emplea a más de 4.000 personas.
Más allá del sostenimiento del empleo, Moral dijo que Garbarino empezó a regularizar la situación económica de los trabajadores, aunque vienen atrasados. La sindicalista indicó que ya les terminaron de liquidar el mes de marzo y solamente les dieron $8.000 en concepto del sueldo de abril. Esta suma deberá completarse pronto debido a que la semana que vienen tendría que, en un periodo normal de trabajo, liquidar los salarios correspondientes al mes de mayo.
La titular del sindicato mencionó que la empresa tomó la decisión de suspender a algunos empleados que durante el 2020 se tomaron licencia por vacaciones o dispensas laborales por la pandemia de Covid-19. También ejercieron esa medida para aquellos trabajadores que se enfermaban por cualquier otra patología. A este grupo les pagaban el 75% del salario. La idea era reducir los costos sin tener que despedirlos, aunque claramente violentaba el convenio laboral contemplado por ley.
Moral explicó que la empresa tiene otra falencia en cuanto a la retención de haberes para el pago de las prepagas. Si bien realizan ese descuento al empleado de su recibo de sueldo, no lo trasladan a la obra social correspondiente lo que genera un atraso en el cumplimiento y los trabajadores se ven, en muchas ocasiones, imposibilitados de usar esa prestación médica. Otra complicación fue el pago por cargas y complementos sociales como prenatal, salarios familiares y distintos conceptos que se fueron dando (aumentos) desde hace algunos meses a esta parte.
Pese a estos incumplimientos y a la espera de una urgente solución, Moral fue optimista en reconocer que hasta el momento los trabajadores seguirán cumpliendo sus tareas dentro de estas dos sucursales en San Juan. Caso distintos se dio con Compumundo, desprendimiento de Garbarino, donde se decidió el cierre definitivo y la posterior liquidación a cinco empleados y un encargado que llegaron a un acuerdo entre partes, es decir, sin recurrir al SEC ni tampoco a la Justicia.