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Provinciales > Un abrazo a la identidad

DNI no binario: la historia detrás de los tres primeros que lo tramitaron en San Juan

Mathias, Ale y Lucas empezaron la semana cumpliendo el sueño de ver que sus documentos reflejan sus identidades. 

26 de julio de 2021

La idea que sustenta el no binarismo es que las personas son muy complejas e individuales como para encajar en dos categorías estáticas como femenino y masculino. Esta diversidad queda en evidencia charlando con Mathias (25), Ale (18) y Lucas (32), quienes tramitaron los primeros tres DNI no binarios en San Juan este lunes a primera hora.

Lucas es diseñador de indumentaria, Mathias y Ale están cursando Ciencias de la Educación y Psicología respectivamente. A Mathi, como lo conocen la mayoría, le gusta hablar de política y Ale es militante casi full time de la diversidad. Lucas deja a los otros tomar la posta en el debate y luego se suma con pasión, pero es pionero en hacer y vender ropa sin género en la provincia.

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Mathias y Lucas no prefieren un pronombre en particular, se encuentran cómodos si los llaman por las versiones masculinas (él, ellos) o de forma neutra. Ale se siente mejor con los neutros. “Elle, le señorite”, ejemplifica. A la hora de hablar de la lucha las preferencias personales pasa a un segundo plano y aparece la “e” para suplantar las marcas de género del español.  Se convierten en les compañeres, les amigues y les primeros en pedir el DNI con la X en lugar de la M de masculino y la F de femenino en San Juan. Y a pesar de la resistencia que pueda existir, ahora les asiste el derecho oficial a ser reconocidos de esa manera.

Pero este lunes no fue un día de lucha, sino de reivindicación y festejos. Llegaron juntos al Registro Civil provincial, con la partida de nacimiento vieja, esa que dice un género y, en algunos casos, un nombre que no los identifica, a hacer uso de la posibilidad que les da el decreto firmado el jueves 22 de julio por Alberto Fernández.

Tras esperar unos minutos en el ingreso hasta que estuvieron los tres, con bandera no binaria incluida, ingresaron al edificio y recibieron un número  para esperar y hacer el trámite. Ale llevaba todo el tiempo con elle el papelito que decía “SO-170”, aunque al final casi que no hizo falta. Es que las autoridades del Registro Civil, al saber para qué habían ido, les pidieron subir al tercer piso. Por ser los primeros y en caso de que necesitaran asesoramiento, Natalia Giaconne, directora Registro Civil, y la subdirectora, Romina López Galoviche, los guiaron a lo largo del proceso, que estuvo listo en la misma mañana.

Hubo una charla privada en la que les explicaron qué debían hacer y cómo completaron la solicitud. Todo el trámite es similar al que realizan las personas que realizan un cambio de género y luego solo restó firmar las nuevas partidas de nacimiento.

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Solo Ale tuvo una pequeña demora. “No practiqué ninguna firma nueva”, notó en el momento. Es que era le únique que cambiaba completamente su nombre de pila, reemplazando el anterior por el nuevo. Si bien le explicaron que podía mantener la firma, elle explicó que su identidad previa no le representa. Minutos antes había charlado sobre eso con sus compañeros: prefiere que ni le pregunten cómo se llamaba, porque es lo que muchas personas trans o no binarias refieren como un “nombre muerto”, que les recuerda el dolor de haber tenido que vivir bajo una identidad que no era la propia. Todo se solucionó rápido, le alcanzaron una hoja de papel, practicó un par de veces los trazos y finalmente encontró una firma nueva para su nueva vida.

Todo lo que quedaba a partir de ese momento era esperar unos minutos para tomar la foto que imprimirán en Buenos Aires en sus nuevas tarjetas de DNI. Les chiques aprovecharon ese momento para charlar con DIARIO HUARPE sobre lo que estaban viviendo.

Mathias Gael se convirtió, sin quererlo, en el abanderado del DNI no binario en San Juan porque fue el tercer argentino en pedir este cambio. “La primera vez que vine al Registro Civil fue el 5 de enero de 2020”, contó. Hasta ese momento existía la posibilidad de cambiar la partida de nacimiento para que no detallara un género, pero el sanjuanino quería que la tarjeta también lo reflejara. Para él era una militancia personal, pero también para el resto, quería que otres no tuvieran que hacer todo el proceso que podía ser administrativo o legal, pero siempre excepcional. Para él la lucha fue “una responsabilidad, tener que explicar las vivencias personales y ahora compartir con amigues y compañeres la alegría”.

En el caso de Lucas, que es mayor por unos pocos años, la vivencia no binaria viene “desde siempre”, aseguró. Pero el nombre a lo que él sentía y cómo se identificaba llegó luego de que se empezara a hablar en los medios de comunicación y también tras conocer a Mathias. “Fue un sentir toda la vida, pero que no tenía nombre, después escuché qué era ser ‘no binario’ y me di cuenta de que sí, esto soy yo”, resumió.

Ale, le más joven, contó con una ventaja: nació en un mundo donde internet había acercado las definiciones de género no binario a todos y así fue como descubrió el término que encajaba mejor con su identidad. “Cuando salí del armario con mis amigues todes sabían de qué se trataba”, explicó. El largo proceso que tuvo que atravesar, donde muchas veces se sintió aislade por no encajar en uno u otro género, fue más fácil gracias a la información que existía y a la apertura de quienes le rodeaban.

La soledad y el tratar de encajar en un patrón en el que no cuadraban es algo que se repitió en las historias. No así en el proceso de tramitar sus nuevos documentos, que pudieron hacer a la vez. También recibieron las tres partidas de nacimiento en simultáneo y con casi la misma reacción: leer y releer sus datos personales que ahora se ajustan al sentir de toda una vida. El abrazo llegó apenas unos segundos después. Las partidas rectificadas quedaron sobre la bandera blanca, violeta, amarilla y negra, que representa a todas las formas de género no binario.

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