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Dos policías salvaron a una bebe de un año y medio de morir asfixiado
Ocurrió cerca de las 8 de la mañana en el barrio Udap III cuando el padre de la niña fue a pedir auxilio a la garita policial.
Por David Silva
Emmanuel Pelletier tiene 25 años y hace siete meses entró a la Policía. Es agente y cumple funciones de infante en la garita que se encuentra en el barrio Udap III, departamento Rawson. Su compañero es el experimentado Cabo Primero, Jonathan Castillo, de 39. A pesar de los años que los separa dentro de la Fuerza, hoy se sintieron héroes. Este martes salvaron la vida de una bebé de un año y medio de morir asfixiada.
El hecho ocurrió cerca de las 8 de la mañana en ese barrio ubicado sobre calle Hipólito Yrigoyen entre Comandante Cabot y República del Líbano. Pelletier y Castillo realizaban su guardia habitual cuando desde el monoblock 3 oyeron pedidos desesperados de auxilio.
“Un hombre llegó pidiendo ayuda diciendo que su bebé se estaba asfixiando. Estaba desesperado y tomamos magnitud de la situación inmediatamente y fuimos hasta el segundo piso donde encontramos a su esposa llorando y en una de las habitaciones al bebé”, contó Castillo a DIARIO HUARPE.
En esa vivienda habita la familia Dojorti. La misma está compuesta por Ulises y Carla. En el lugar se encontraban vecinos que intentaban desesperadamente reanimar a la niña mientras sus padres, en pánico, no podían contener el llanto.
“Fue una situación límite. Los vecinos y ellos lloraban y nosotros mantuvimos la calma y actuamos lo más rápido y concentrados que podíamos”, cuenta Pelletier.
Emmanuel hace relativamente poco fue padre: tiene un hijo de 4 años. A diferencia del veterano cabo primero Castillo, que tiene cuatro hijos de 16, 11,5 y 2 años. A pesar de estar uniformados y cumpliendo servicio, esto no les impidió compartir la desesperación de un padre al ver en juego la vida de su hija.
“Inmediatamente tomé a la bebé y comencé a sobarle la espalda y realizarle maniobras para que respirara. Tenía los labios morados y en un momento creí que se me había ido porque no reaccionaba”, recordó Castillo. Finalmente, la beba respondió. “Vi que empezó a vomitar leche y abrió los ojos”.
La pequeña fue trasladada al centro de salud ubicado en el barrio donde fue visto por una enfermera y un doctor. La derivaron inmediatamente al Hospital de Niños, en Capital. Según dijeron fuentes policiales, la chiquita se encuentra en buen estado.
“Cuando vi que abrió los ojos me quedé helado. Sentí un alivio inmenso. Pudimos mantener la calma y actuar profesionalmente para salvarle la vida”, dijo sonriente el agente Pelletier.
En el procedimiento también participó el sargento Rolando Navas, quien realizó la logística del traslado hasta el nosocomio infantil. Tras el acto heroico, ambos uniformados volvieron a su garita a completar su turno.
Para Pelletier es la primera vez que ve la vida y la muerte desde tan cerca. “Es la primera vez que actúo en un procedimiento así. Sabía que me iba tocar pero nunca tan pronto. Mientras estaba ahí pensaba en mi hijo. Pero estoy orgulloso de cumplir con el deber”.
Para Castillo es otra anécdota más en la vida de un policía. “Uno como policía ve cosas y actúa en consecuencia. Me ha tocado antes estar en situaciones parecidas a estas pero nunca así. Da mucho orgullo y felicidad por salvar la vida y cumplir con el deber. Uno siempre piensa en la familia en situaciones como esta”, concluye Castillo.
Destacados en la Comisaría 25º, agente y cabo recordarán ese día donde el deber se convirtió en milagro. “Esto te renueva a seguir trabajando y seguir haciendo las cosas bien. Me faltan cosas para aprender y seguir trabajando, pero esto es un aliciente para sentir orgullo”, cerró Pelletier.