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El "Himno Nacional Negro" se interpretará en la Super Bowl ante Trump: reacciones y controversias
En un hecho histórico, el "Himno Nacional Negro" será interpretado nuevamente en la Super Bowl ante la presencia de Donald Trump. Esta decisión genera controversia y reacciones dentro del movimiento MAGA y en la sociedad estadounidense.
POR REDACCIÓN
La Super Bowl 2025, uno de los eventos más esperados en Estados Unidos, no solo está marcada por el enfrentamiento entre los mejores equipos de la NFL, sino también por un hecho que ha generado gran debate: la interpretación del "Himno Nacional Negro" o "Lift Every Voice and Sing". Esta canción, adoptada por la Asociación Nacional para el Avance de las Personas de Color (NAACP), será interpretada junto al himno nacional estadounidense, una tradición que ha causado furor y controversia, especialmente entre los seguidores de Donald Trump y del movimiento MAGA (Make America Great Again).
Una presentación histórica con la presencia de Trump
Lo que hace aún más singular esta interpretación es la inédita asistencia de Donald Trump a la Super Bowl. Por primera vez en la historia, un presidente de los Estados Unidos presenciará el evento más importante de la NFL. Esto ha llevado a un despliegue de seguridad sin precedentes y a una serie de reacciones tanto políticas como sociales.
En este contexto, la presencia del "Himno Nacional Negro" antes del inicio del partido genera tanto apoyo como rechazo. Este himno, que ha sido interpretado en ediciones previas de la Super Bowl, tiene su origen en el siglo XIX y fue adoptado por la NAACP en 1919 como símbolo de la lucha por la igualdad racial. Su inclusión en la Super Bowl se ha convertido en un tema sensible, especialmente entre aquellos que se alinean con la ideología MAGA.
Reacciones del movimiento MAGA
El año pasado, durante la interpretación de este himno, se desataron fuertes reacciones de figuras prominentes del movimiento MAGA. Por ejemplo, Matt Gaetz, conocido defensor de Trump, calificó el acto de "profanación del himno nacional". De manera similar, la política Kary Lake lo describió como "basura divisiva", y la comentarista conservadora Megyn Kelly argumentó que el himno nacional de EE.UU. debe ser el único interpretado, excluyendo cualquier otro himno.
Este año, la cantante Ledisi será la encargada de interpretar el "Himno Nacional Negro" en la Super Bowl, sucediendo a la cantante Andra Day, quien lo interpretó en la edición pasada. La controversia sigue latente, especialmente considerando el contexto político y social en el que se enmarca este tema.
La lucha racial en Estados Unidos y su relación con el deporte
La cuestión racial sigue siendo uno de los temas más delicados y polarizantes en Estados Unidos. La lucha por los derechos de la población negra tiene una larga historia, que comenzó con la abolición de la esclavitud en 1865, y continúa siendo una problemática vigente. La NFL, como uno de los deportes más populares del país, ha sido un reflejo de esta tensión racial. En 2016, cuando varios jugadores negros se arrodillaron durante el himno nacional para protestar contra la brutalidad policial y el racismo institucional, la acción generó un enfrentamiento directo con Donald Trump y el movimiento MAGA. Desde entonces, los seguidores del presidente y diversos sectores conservadores han criticado cualquier acto de protesta relacionado con la lucha por la justicia racial.
El caso más notable fue el de Colin Kaepernick, quien se arrodilló durante el himno y desde entonces no ha vuelto a jugar en la NFL. Su protesta encendió un debate sobre la libertad de expresión y el racismo en el deporte estadounidense.
La Super Bowl como un reflejo de la polarización política
La presencia de Trump en la Super Bowl, sumada a la interpretación del "Himno Nacional Negro", refleja la profunda polarización política que atraviesa la sociedad estadounidense. Mientras que muchos ven el himno como una herramienta para visibilizar la lucha por la igualdad racial, otros lo consideran una provocación. Este evento también pone de manifiesto las tensiones dentro del deporte y su relación con los movimientos sociales.
En conclusión, la Super Bowl 2025 no solo será un enfrentamiento entre dos equipos de fútbol americano, sino también un campo de batalla simbólico en el que se disputan las ideas sobre la unidad, la diversidad y la historia de los Estados Unidos.