El monseñor argentino que supo antes que nadie que Bergoglio sería el nuevo Papa

El 13 de marzo de 2013, la Plaza San Pedro vibraba con emoción. Desde el techo de la Capilla Sixtina, el humo blanco anunciaba al mundo que el cónclave había tomado una decisión: el nuevo Papa había sido elegido. Solo 115 cardenales conocían su identidad, pero un monseñor argentino aseguró haberlo sabido minutos antes por una señal sobrenatural.

Se trata de Guillermo Karcher, un joven sacerdote argentino de 49 años por aquel entonces, quien ocupaba un rol clave en el protocolo vaticano como "cerimoniere pontificio". Aquel día, vivió una experiencia espiritual intensa que lo marcó para siempre.

La certeza inexplicable

Karcher se encontraba tras las cortinas del balcón central de la Basílica de San Pedro, esperando que se anunciara el nombre del nuevo líder de la Iglesia. En medio de la tensión y la expectativa, algo fuera de lo común ocurrió:

“Se me manifestó una imagen muy nítida de la Virgen María Desatanudos”, recordó. “No entendía qué pasaba, pero enseguida recordé que Jorge (Bergoglio) era muy devoto de ella. En ese momento supe que era él”, contó emocionado años más tarde.

Aún sin que nadie lo confirmara, una certeza interior lo invadió. “Yo sabía quién iba a salir desde las cortinas”, dijo. La piel se le erizó. El presentimiento fue tan fuerte que, impulsado por lo que él describe como una señal divina, pidió un cambio de lugar de último momento.

“Me podés cambiar el lugar”, le dijo a otro religioso encargado del protocolo. Sin saber lo que estaba por pasar, su colega aceptó. Fue así como Karcher se convirtió en la persona encargada de sostener el micrófono al nuevo Papa, segundos después de que se revelara al mundo su identidad: Jorge Mario Bergoglio, el primer Papa latinoamericano.

La historia detrás del momento histórico

Afuera, la plaza estallaba de alegría. Adentro, Karcher se preparaba para un momento que nunca olvidaría. Cuando las cortinas se abrieron y Francisco I apareció vestido de blanco, su corazón confirmó lo que su fe ya le había adelantado.

“Fue una emoción indescriptible. Algo me lo había dicho antes. Yo no lo sabía con la mente, lo sabía con el alma”, relató.

Desde entonces, el vínculo entre ambos se fortaleció. Karcher acompañó a Francisco en varias actividades vaticanas y se convirtió en un colaborador cercano durante su papado.

Su despedida, 12 años después

Este lunes, tras conocerse el fallecimiento del Papa Francisco a los 88 años, Karcher lo despidió con un emotivo mensaje en redes sociales:

“Q.E.P.D. amado Francisco”.

Doce años después de aquella jornada inolvidable, la historia de una manifestación espiritual y un presentimiento inexplicable se suma a la memoria de un pontificado que marcó un antes y un después en la Iglesia. Y también en la vida de un monseñor argentino que, por fe o por destino, estuvo justo donde tenía que estar.