El templo de San José de Jáchal resurgió y vuelve a ser un faro de fe

En el aire se respira una mezcla de ansiedad y alegría. Todos corren de un lado para otro, trabajan de manera febril, pero no se ven caras largas ni de agotamiento. Los obreros sonríen, hacen bromas y, al mismo tiempo, se preocupan porque todo quede perfecto.

Así se vivieron las últimas horas de trabajo antes de la inauguración de las refacciones de la iglesia de San José de Jáchal que cuenta con la declaración de Monumento Histórico Nacional y que volverá a recibir a sus fieles tras permanecer cerrada durante 10 años.

l entrar a la iglesia se puede ver a los trabajadores ultimando los detalles para la gran fiesta de inauguración que se hará mañana a las 19 horas. Algunos limpian, otros terminan detalles en las paredes, todos trabajan de forma minuciosa. “Es que es lo mismo que preparar nuestra casa para una fiesta, todo tiene que quedar impecable”, aseguró Daniel, uno de los trabajadores que se encargó de limpiar las placas de bronce y las dejó como nuevas.

Ramón Sánchez es encargado de cuadrilla y ayudó a coordinar la labor de los 50 trabajadores que en los últimos tres años estuvieron reconstruyendo el templo.

El hombre contó que él es oriundo de Villa Mercedes y relató que si bien no se casó ni fue bautizado en esta iglesia, gran parte de la comunidad vivió cosas importantes en este lugar. Es que gran parte de los habitantes fueron bautizados, se casaron o despidieron a un ser amado en este lugar.

El trabajador reconoció que fue muy lindo para él pasar mucho tiempo en esta obra. “Es una emoción reconstruir el templo de nosotros los jachalleros”, aseguró el trabajador y agregó que en estas últimas horas antes de la inauguración se le vienen a la memoria muchas imágenes de gente que está y otros que ya no están a causa de la pandemia.

“Vamos a recordar a mucha gente, esto nos afectó a todos cual más cual menos, todos tuvimos un familiar que ya no está. Este es el eje del pueblo, el eje de la comunidad que mueve muchos corazones. El volver a entrar al templo va a reconfortar muchas heridas”, dijo Ramón intentando contener el llan­to.

Luego el trabajador contó que tanto necesita la comunidad su templo que ha seguido el paso a paso de los trabajos. “La comunidad va a la par con la esperanza del nuevo templo”, aseguró el encargado y agregó que todos los días algún vecino le pregunta cómo van con la obra.

Hace poco este hombre se compró un nuevo teléfono y ante la pregunta de los vecinos comenzó a enviarles fotos para que estuvieran informados sobre los últimos avances. Ramón explicó que de esa manera la gente se tranquiliza un poco, pero “están ansiosos de tener el nuevo templo, va a ser una alegría inmensa para el pueblo, para nosotros que estamos en el día a día”, concluyó.

Mientras los obreros trabajan, el cura párroco Orlando Sánchez tampoco para un minuto. Es que sigue ultimando detalles para la fiesta que organizan en conjunto con el municipio.

“Estoy emocionado, en todos lados se percibe el deseo de volver a su casa. El santuario es un icono de la fe de los jachalleros y de la cultura, es la raíz de nuestra identidad. Entonces para la gente volver al santuario es una emoción muy grande”, aseguró el religioso.

Sánchez agregó que la reapertura del templo tendrá varios hitos que la comunidad vivirá con emoción. Es que mañana se hace la fiesta de reapertura, con el regreso de la imagen del Cristo Negro que se encuentra en el templo jachallero y fue hecho de manera artesanal por los naturales de la Villa Imperial de Potosí. Luego, el domingo 17 a las 11 se hará la primera misa. El 19 se hará la fiesta en honor a San José, patrono de los jachalleros. “Ese día San José volverá al templo como broche de oro de nuestro festejo” cerró el cura.

Por su parte, el intendente Miguel Vega contó que la fiesta de la reapertura del templo trajo un furor de visitantes, ya que son muchos los jachalleros que volverán a su pueblo para participar de la reapertura de la iglesia. Para este festejo ya está confirmada la presentación de Canto 4, que interpretará la Misa Criolla, y el Coro de Salta y artistas locales.

Sobre el edificio

El histórico edificio de la iglesia de San José de Jáchal se comenzó a construir en el año 1875 y su obra finalizó en el año 1878. Según el padre Orlando Sánchez este es el tercer edificio correspondiente a la iglesia considerada como la cabecera de Jáchal.

Es que el primer edificio data de la época de la doctrina, puntualmente del año 1601. Después hay referencias a dos edificios antiguos que fueron similares a capillas. Luego se decidió la construcción del actual templo que demandó tres años de trabajo y fue inaugurada en septiembre de 1878.

Sánchez explicó que hace 10 años el edificio fue clausurado porque tenía serios daños estructurales. Hace tres años se comenzó con los trabajos que incluyeron la reconstrucción total del techo y la consolidación de las estructuras que se mantienen en pie y la sustitución de algunas otras.

Este edificio cuenta con la declaración de Monumento Histórico Nacional, esto obliga a mantenerlo respetando su apariencia original. Es por eso que se reutilizaron muchos de los materiales que formaban parte del edificio y se res­tauraron elementos como el retablo central que está construido en madera. Toda la estructura fue restaurada respetando todas las fornituras y su estructura original.

El único cambio que se incorporó es que en el ingreso al templo se han colocado dos urnas subterráneas dispuestas a los costados del ingreso. En uno de estos espacios se colocarán restos óseos que datan del siglo XVII y fueron encontrados debajo de la iglesia. Se cree que estos restos estuvieron sepultados en el camposanto que se ubicaba junto al primer oratorio. En la otra urna se depositarán los restos del padre Patricio López del Campo quien fuera párroco de esta iglesia.

Si bien mañana se entrega la obra de la iglesia, se seguirá con los trabajos para terminar con el complejo previsto para este lugar. Las obras incluyen un ascensor que llevará al área de archivo histórico que funcionará en el subsuelo, además habrá una plaza seca, oficinas para administración y aulas para el dictado de catequesis.

Pueblo de fe