Escándalo en el futsal de San Juan: hubo una batalla campal en el final de un partido

El futsal sanjuanino fue protagonista de un nuevo escándalo en las instalaciones del club Trinidad durante la tarde de este último lunes. Luego del empate que protagonizaron Mercedario y Krause, se desataron piñas y corridas que desencadenaron en una batalla campal. Un jugador quedó con el tabique lastimado.

En las imágenes aportadas a DIARIO HUARPE se puede observar la parte final del conflicto, donde hay algunas corridas finales que dejó la batalla campal. Allí se puede observar la reacción de una madre reclamándole a uno de los jugadores alguna agresión a quien sería uno de los involucrados en la pelea.

Protagonistas del encuentro comentaron que el partido entre Mercedario y Krause se había llevado a cabo de manera normal, pese a algunos exabruptos por parte de un jugador del primer equipo. Sin embargo, esto no impidió que el partido llegara a su conclusión, incluso Mercedario había logrado avanzar a los cuartos de final de la Copa Rawson.

Pero una violenta agresión fue la gota que rebalsó el vaso y dio lugar a la batalla campal. De acuerdo al relato de testigos, el jugador M.M. (el medio se reserva la identidad porque no hay denuncia policial) se acercó hasta el banco de Krause, provocando al rival y lanzando la pelota violentamente contra la cara de un rival. Ante esta situación, comenzaron a los empujones y la situación se desmadró por completo.

“A un jugador de los nuestros lo agarraron entre 10 personas porque se metió la hinchada de Mercedario. Una vez que se calmó todo, el árbitro del partido vino a ver cómo estábamos y nos dijo que observó a un hombre con un piedrón en la mano tratando de atacarnos”, relató el capitán de Krause.

“Fue un desastre lo que pasó, es una pena porque ellos ya habían clasificado a la siguiente fase. No había motivo para provocar esto”, agregó. Al mismo tiempo, reveló que uno de los jugadores de su equipo quedó con la nariz rota después del partido.

Por su parte, el delegado del club Trinidad se lamentó por la situación ocurrida dentro de las instalaciones. “Se armó una batalla campal cuando el partido se jugó en condiciones normales. Fue una pena. Nosotros pusimos la cancha a disposición porque los equipos nuestros también habían jugado más temprano”, expresó.

Tras el escándalo desatado, los encargados del club Trinidad llamaron a la Policía, pero no hubo ninguna detención. Asimismo, el jugador, que había terminado con la nariz rota producto de las agresiones sufridas, no quiso realizar la denuncia policial.