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Fueron víctimas del terremoto del 2021 y hoy perdieron sus pertenencias por un voraz incendio
Fue el nieto de la pareja de ancianos quien advirtió las llamas y logró sacarlos de la casa.
Por Nadia Correa
En enero del 2021, el terremoto tiró abajo gran parte de la precaria casa de adobe de Emma Mendoza y Miguel Carrión, quedando apenas en pie una habitación. Con sacrificio y la ayuda de sus hijos, poco a poco levantaron un salón en el que actualmente viven. En la madrugada de este jueves, la familia nuevamente fue víctima de la tragedia por las llamas que consumieron por completo una habitación repleta de pertenencias.
Abrazada a una nieta que la consuela y agradece a Dios por tener a su abuela viva, Emma Mendoza de 79 años, entre lágrimas le cuenta a DIARIO HUARPE el dolor que le provocó ver todo el fruto del esfuerzo alcanzado en todos los años junto a su esposo Miguel Carrión, de 80 años.
El terremoto de enero del 2021 tiró una parte de la casa de los Carrión, que está a metros de la conocida Esquina del Sauce, en Santa Lucia. Con la ayuda de hijos y nietos, poco a poco fueron levantando una gran habitación donde conviven Emma, su esposo y un nieto.
Por el tamaño de la nueva vivienda, muchas de las pertenencias de la familia, quedaron al resguardo en una de las antiguas habitaciones que logró mantenerse en pie. “Ahí teníamos todos los muebles, ropa, una heladera, una cocina y algunas cosas más que no entraban en donde estamos viviendo ahora. Aparte de eso, ahí también guardábamos los materiales de construcción que habíamos comprado para seguir ampliando”, dijo la mujer.
Todo sucedió en la madrugada del jueves, cerca de las tres. “Con mi esposo ya estábamos durmiendo y tenemos un nieto que vive con nosotros y trabaja de noche. Él acababa de llegar, cuando escuchó la explosión que venía de la pieza del fondo. Nos levantó y logramos salimos a la calle. Si no hubiera estado, no sé qué podría haber pasado”, contó la damnificada.
Rápidamente, entre uno de los hijos de la mujer que vive en el fondo del terreno, un nieto y varios vecinos, comenzaron a sofocar las llamas. “Mi hijo tiraba baldes de agua desde el techo del vecino”, recordó Mendoza que dijo que a los pocos minutos llegó una dotación de Bomberos, pero ya todo estaba reducido a cenizas.
Entre todas las pertenencias consumidas por el incendio, había dos cosas a las que la pareja de ancianos guardaba profundo cariño. “Se quemaron mis pajaritos”, contó la mujer que nuevamente volvió a romper en llanto. Explicó que sus seis canarios eran una de las maneras que tenían para no sentirse tan solos y a los que cuidaban con devoción. “Eran su todo”, dijo una de las nietas.
El segundo objeto consumido bajo las llamas, era una vieja motocicleta que conservaban del primer hijo de la pareja. “Él trabajaba en una panadería y era lo que usaba para ir y volver del trabajo. Un día lamentablemente falleció y mi esposo cuidó durante todo este tiempo del recuerdo. Cuando hoy fue a ver cómo había quedado todo, no pudo ocultar el dolor que le provocó ver que la moto ya no estaba”, contó la mujer.
Pese a la tragedia, la gran familia se mostró fuerte y unida y reconoció que volverán a empezar, como ya lo hicieron en enero del 2021. "Me duele ver todo nuestro esfuerzo quemado y no saber qué pasó, pero vamos a salir adelante. Siempre vi en las noticias familias a las que le pasaba esto y decía que ojalá nunca nos pase a nosotros. Dios sabe por qué hace las cosas", concluyó la Emma Mendoza.
Para quienes quieran colaborar con la familia, pueden comunicarse al 264- 624-1768.