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Google fue declarado culpable de mantener un doble monopolio publicitario
La Justicia determinó que la empresa abusó de su posición dominante para controlar dos mercados clave en la publicidad online. Deberá presentar un plan de medidas correctivas en el plazo de una semana.
POR REDACCIÓN
En un fallo sin precedentes, la Justicia de Estados Unidos declaró culpable a Google de mantener un doble monopolio ilegal en el mercado de la publicidad digital. La decisión fue tomada por la jueza federal Leonie Brinkema, quien concluyó que la compañía incurrió en prácticas anticompetitivas para afianzar su dominio y excluir a sus competidores.
Según el veredicto, Google utilizó su poder para controlar dos áreas clave: el servidor de anuncios para editores y el intercambio de avisos gráficos en la web abierta. La jueza Brinkema sostuvo que, durante más de diez años, la empresa integró tecnológicamente ambas plataformas y aplicó cláusulas contractuales restrictivas, lo que le permitió sostener una posición dominante de forma artificial.
El fallo también destacó que la compañía imponía condiciones perjudiciales a sus clientes, eliminaba funciones clave de sus herramientas para obstaculizar a otros actores del mercado y aplicaba sobreprecios, afectando tanto a anunciantes como a consumidores. Además, se remarcó el uso de tácticas clásicas de monopolización, como la adquisición de empresas rivales para evitar la competencia directa.
Qué puede pasar ahora con Google
La jueza Brinkema dio a la empresa un plazo de siete días para presentar un plan de medidas correctivas, mientras se espera la apertura de una nueva etapa del juicio que definirá posibles sanciones. Entre las opciones que se barajan, figura la desinversión forzada de Google Ad Manager, que incluye tanto su servidor publicitario como su plataforma de intercambio de anuncios.
Este caso marca un punto de inflexión en la lucha contra las prácticas monopólicas en la economía digital. Google, por su parte, aún no se ha pronunciado oficialmente sobre el fallo, pero se prevé que presente una apelación. La decisión sienta un precedente clave para el futuro de la regulación tecnológica en Estados Unidos y en el resto del mundo.