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Cultura y Espectáculos > Dolor

La desgarradora confesión de Claudia Villafañe sobre Diego Maradona

La organizadora de eventos abrió su corazón y brindó detalles de lo que vivió con el Diez.

POR REDACCIÓN

01 de mayo de 2025
Claudia se enamoró de Diego cuando tenía 14 años.

En un emotivo encuentro con Oriana Sabatini en "A dónde vamos cuando soñamos", Claudia Villafañe, quien fuera el gran amor de Diego Armando Maradona, abrió las puertas de su intimidad para recorrer su vida junto al Diez. Desde los años de adolescencia hasta la dolorosa separación y la constante espera de justicia, la empresaria se sinceró como nunca antes, más que nada sobre cómo se comunica con el exfutbolista tras su muerte.

Con una calidez que traspasó la pantalla, la ex esposa del astro del fútbol rememoró sus sueños de juventud, ligados a estudiar Ciencias Económicas y su pasión por las matemáticas. Sin embargo, el destino le tenía preparada una historia de amor que cambiaría sus planes para siempre. A los 14 años, se enamoró de quien se convertiría en una leyenda mundial, y su vida dio un vuelco inesperado. "No pude estudiar. Por ahí en ese momento era diferente, y la vida se me fue para otro lado. Lo que pasa es que viví muchos años afuera y se me complicaba con mis hijas, sola", confesó con nostalgia.

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El flechazo con el Diez ocurrió de la manera más fortuita: "Se mudó a vivir al lado de mi casa en Villa del Parque. Yo tenía 14 para 15 y Diego tenía 15 para 16. Y Argentinos Juniors le alquila un departamento pasillo de por medio del mío, porque era casa, pasillo, casa, pasillo… El destino. Yo estaba por pasar a tercer año del secundario". A los 20 años, emprendió un viaje que la llevaría a vivir en diferentes países, acompañando la meteórica carrera de su entonces pareja. "Yo me fui sin convivir. No existía la convivencia. Imagínate irme sin casarnos, lo que se decía… era la trola del barrio", recordó sobre una época con códigos sociales muy distintos a los actuales.

La partida a Europa no estuvo exenta de obstáculos, especialmente al tratarse de una joven dejando su hogar. "La primera vez que me fui de viaje con Diego fue a Alemania, por la marca deportiva que tenía. Era menor y mi papá me tenía que firmar el permiso para salir del país y yo no le quería pedir. Entonces lo llama él, se juntan a hablar y me dice que no, que ni loco nos dejaba ir solos a Alemania. Yo me puse a llorar, y después me dijo que era mentira, que mi papá me había autorizado. Pero primero me hizo llorar, casi lo mato. Fue emocionante. Pero bueno, me lo podía haber evitado el llanto".

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A pesar de la separación del Diez, el vínculo familiar trascendió la ruptura. Sin embargo, la pérdida del padre de sus hijas dejó un vacío imborrable. "Eso fue muy duro, muy fuerte. Porque pienso a veces que se perdió un montón. Sé que está igual, dando vueltas por ahí, pero se perdió un montón. A Azul, la última hija de Dalma no la conoció, a Roma así. A Benja lo disfrutó muchísimo. Se tomaba un avión y se iba a verlo cuando vivía en Madrid. Benja lo recuerda. Roma, aunque lo vio re poquito, también se acuerda. Y Azul lo nombra como si lo conociera y no. Esas cosas me dan bronca, más sabiendo lo que pasó, que todavía estamos esperando justicia. Quiero, para que mis hijas estén tranquilas, que todo esto se resuelva y que puedan estar en paz".

En la intimidad de sus pensamientos, la empresaria aún dialoga con el recuerdo de su gran amor. "Pienso a veces que por más que nosotros estábamos separados, compartíamos muchas cosas juntos, salir a comer con las chicas, cumpleaños de Benja. Presentaciones de Dalma, de Giani, lo que sea. Mucho recorrido. Bueno o malo, como hablábamos antes. Cosas lindas, cosas feas. Alegrías, tristezas. Y a veces le hablo. Viste cuando estás sola y ‘la puta madre vos podrías haber estado acá, poder estar, estar disfrutando de un montón de cosas’. Y hay cosas que me duelen más cuando se trata de mis hijas".

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