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La tristeza de los sanjuaninos que visitaron Notre Dame

DIARIO HUARPE charló con cuatro sanjuaninos que estuvieron en la mítica catedral parisina construida hace nueve siglos y que en la tarde de este lunes sufrió un grave incendio. 

15 de abril de 2019

Conmoción mundial generó el incendio de la icónica catedral de Notre Dame ubicada en París, en la isla de la Cité, entre las aguas del río Sena. El fuego se inició en la parte superior de la estructura que comenzó a ser edificada en el año 1163 y que se terminó hacia el 1345, aunque tuvo luego varias refacciones siempre manteniendo su particular estilo gótico que atraía la visita de más de 14 millones de turistas cada año.

Entre ellos, muchos sanjuaninos tuvieron la posibilidad de visitar el majestuoso edificio convertido en patrimonio de la humanidad. DIARIO HUARPE charló con algunos de ellos y coincidieron en que la sensación tras el incendio es de una tristeza descomunal.

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Hernán Hueso, ingeniero de profesión, estuvo viviendo en París durante un tiempo. En diálogo con este medio recordó que “Notre Dame fue mi primer contacto con Francia porque vivía a 15 minutos. Pero, además, el tren me dejaba en la puerta de la catedral”.

“El punto neurálgico de encuentro con mis amigos siempre fue Notre Dame por tener buenos accesos. Me dio mucha tristeza ver el incendio que consumió una parte de un icono patrimonial de París y del mundo entero, tanto por su belleza exterior como interior”, expresó Hueso.

Notre Dame tiene en total 5.500 metros cuadrados, una planta cruciforme de cinco naves y doble deambulatorio. Dedicada a María, madre de Jesucristo, y al culto católico.

“Toda persona que ha ido a Francia dejó una parte del corazón en esa catedral. Muchas personas dicen que mejor vista de París es desde la Torre Eiffel, sin embargo, desde Notre Dame se veía toda la capital francesa y era una experiencia hermosa”, concluyó el ingeniero sanjuanino.

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En el mismo sentido, coincidió Melisa Trad, licenciada en Comunicación Social, quien visitó Francia el año 2015. “Obviamente es una tristeza lo que pasó en París y de alguna manera nos hace conscientes de la finitud que pueden tener esos lugares que damos por eternos. Lo positivo es que nadie salió herido y, con suerte, sólo se dañó una porción de la estructura”, reflexionó.

“La catedral de Notre Dame es uno de esos lugares en los que uno siente un déjà vu. Está tan presente en nuestro imaginario colectivo por los cuentos que escuchamos y las imágenes a las que nos expusieron desde chicos, que pararse frente al verdadero edificio es sentir que una parte de nosotros ya estuvo ahí. Verla ahora en llamas es sentir que todo ese imaginario que creamos alrededor de un lugar se viene abajo”, sintetizó Trad.

Con mucho sentimiento recordó su visita a Notre Dame el estudiante de Arquitectura, Raúl Motion. Es que, al sentido turístico de la visita se le agregó poder ver in situ uno de los lugares del mundo que son objeto de estudio por su diseño arquitectónico.

“Fui como viaje de egresados con mis compañeros de la facultad. Notre Dame tiene un valor académico importante, es una de las últimas construcciones góticas, pero además es una catedral enorme. En mi caso las sensaciones de tristeza y dolor por este incendio vienen por ahí”, afirmó Motion. “Tuve la suerte de conocerla, espero que puedan recuperar el edificio y que no haya demasiados daños de todos los elementos culturales que había en el interior”, añadió.

Finalmente, Rosa Fuentes es médica y estuvo en París en 2013. Además de dedicarse a la medicina, es gran aficionada a la historia de Francia. “Me duele el alma ver Notre Dame en llamas. Fuimos con mi marido, estuvimos todo el día conociendo la catedral y realmente allí hay una energía especial. Subir las escaleras hasta el lugar donde están las gárgolas y mirar toda París fue espectacular. Creo que con esto se está perdiendo una parte de la historia de la humanidad”, manifestó.

Por el momento no hay certezas de qué provocó el inicio de las llamas, potencialmente se relaciona el siniestro con los trabajos de renovación del edificio. En principio, según las autoridades francesas, se considera que la estructura está a salvo y preservada en su totalidad. Aunque esto último quedará confirmado o descartado con el correr de las horas y los análisis que se hagan. Lo cierto es que el mundo llora una pérdida cultural invaluable.

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