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Las sillas adaptadas y la historia detrás de un emprendedor sanjuanino
Jonathan Goitia es un sanjuanino que, dentro de su taller, pudo fabricar dos sillas adaptadas para que los sanjuaninos con discapacidad puedan meterse y disfrutar del agua en los diques. Para muchos de ellos, siendo la primera vez que pueden entrar de forma segura.
Por Sol Manzano
Este viernes fueron puestas a disposición de los sanjuaninos dos sillas adaptadas, para que personas con discapacidad puedan ingrear a los diques y disfrutar del verano en la provincia. La iniciativa se realizó en el marco del programa “Verano Inclusivo”, donde se busca que todos y todas puedan disfrutar de igual manera de las actividades recreativas. Jonathan Goitia es un emprendedor sanjuanino que se puso este proyecto al hombro y que le cumplirá el sueño de entrar al agua a más de una persona. En diálogo con DIARIO HUARPE explicó que querían de una forma darles una solución a las personas con discapacidad.
Goitia mencionó que buscaban la manera de poder adaptar estas sillas para que las personas con discapacidad disfrutaran del verano en los diques. “Actualmente, se disfrutan solo en la parte de la costa Atlántica, aunque hay muy pocas unidades. Existe un solo fabricante y en muy pocos lugares tienen esta accesibilidad a estas sillas”. El emprendedor sanjuanino tomó como modelo las sillas utilizadas en otras ciudades y fue modificándolas para que se pudieran utilizar en la provincia.
“Tomamos otros productos para ir incorporando a la silla. Esto fue mucho prueba y error hasta llegar al producto final que tiene el objetivo de dar solución y que sirva para las personas con discapacidad”.
La silla cuenta con dos flotadores laterales profesionales que soportan más o menos 130 kilos cada flotador. “Con respecto a la estructura, está realizada con un acero liviano apto para el agua dulce, que es muy resistente. Además, le agregamos una capa de pintura para que tenga más durabilidad en cuanto al óxido y evitar que se deteriore. Es muy fácil de transportar, ya que tiene dos ruedas hechas de poliuretano, que ayudan también a la flotabilidad”.
Como extra en este caso sanjuanino, debido al imponente sol, se le agregó un techito, “veíamos oportuno por las altas temperaturas, así que es una de las formas en las que hicimos las modificaciones, teniendo en cuenta también que el techo no sea contraproducente y no actúe en forma de vela”.
Un emprendimiento con futuro
El creador de estas sillas sanjuaninas comentó que, gracias a la difusión y a la buena reacción que tuvo en la gente esta iniciativa, lo llamaron desde otros lugares de Argentina para que pueda seguir fabricando. “Hemos recibidos mensajes de otras partes de Buenos Aires para que podamos construirlas, como también nos han hablado desde Bariloche, que sin querer vieron la nota y les encantó la idea”.
“Es algo a lo que apuntamos, al seguir trabajando. No somos una mega empresa. Yo laburo junto con mi señora, mi papá, mi hermana, que son quienes me ayudan a que esto salga adelante. Estamos todos juntos en este afán de solucionar y ayudar”, concluyó.