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Los padres de la escuela Rivadavia piden que arreglen el edificio afectado por el terremoto
En el edificio cursan casi 1.000 alumnos, hay todo un sector del edificio que quedó inhabitable tras el temblor. Las autoridades prometieron soluciones.
POR REDACCIÓN
Un nutrido grupo de padres de alumnos de la escuela Bernardino Rivadavia de Capital se reunió para reclamar por el avance de los trabajos de reparación del edificio que se vio afectado por el terremoto del 18 de enero pasado. Los papás dijeron que tienen miedo de que sus chicos cursen en este lugar y aseguran que hay serios daños edilicios y hasta falta de sanitarios, desde Educación aseguraron que no son tanto los problemas e igualmente se comprometió a solucionarlos.
Pasadas las 8 de este jueves los padres se reunieron en el hall de la escuela ubicada en calle San Luis entre Caseros y Güemes. Los papás explicaron que con la vuelta de la presencialidad plena les han pedido a los chicos que vuelvan a clases, pero de acuerdo a los padres, las condiciones no están dadas para que los casi mil alumnos que tiene la institución asistan a la escuela.
Mayra Castro, una de las mamás explicó que toda el ala sur este del edificio se encuentra inhabilitada, ya que el terremoto causo serios daños en las aulas en las que se ven pareces agrietadas, revoques caídos y trozos de mampostería por el piso. Esta madre aseguró que si bien el temblor fue hace más de siete meses, hace más de un mes que los trabajos de reparación están totalmente paralizados.
La mujer explicó que los alumnos que deben cursar en estas aulas fueron redistribuidos y una parte fue a ocupar el Salón de Usos Múltiples (SUM) y el resto se redistribuyó en unos módulos que fueron colocados en el patio de la institución.
"El problema con los chicos que están en el SUM es que casi no pueden estudiar porque el chico de tercero escucha lo que dice la seño de quinto que está al lado. Así no pueden concentrarse", aseguró Castro.
Según los papás los módulos tampoco fueron una solución, ya que son estructuras chicas en las que no pueden cursar los 26 alumnos que en promedio tiene cada grado. Por eso los padres temen que si los meten a todos los chicos en esas aulas no van a poder respetar el distanciamiento necesario para prevenir el coronavirus", aseguró una de las mamás.
Otro de los reclamos de los padres es el tema de los baños, ya que ellos aseguraron que hay un solo sanitario para todos los alumnos y dudan de las condiciones de higiene de estos sanitarios, más teniendo en cuenta que el mundo atraviesa por una pandemia de coronavirus.
Antes de terminar los padres también se quejaron de las condiciones en las que se encuentra la baranda de la escalera que lleva a la planta alta del edificio. Es que hubo quienes aseguraron que es una estructura muy baja y otros hasta dijeron que es insegura porque se mueve cada vez que los chicos suben por ella.
"No estamos en contra de las clases queremos que los chicos vengan que tengan contacto con los educadores, pero necesitamos que nos garanticen la seguridad y las condiciones sanitarias", aseguró Mayra.
En medio del reclamo de los padres, Verónica Sanders, la directora de la institución explicó que tras el terremoto, fueron 19 las aulas que sufrieron diferente nivel de daño.
Eso obligó a redistribuir seis divisiones de alumnos de primero a tercer grado. Si se tiene en cuenta que son 30 chicos en promedio en cada grado, se está hablando de 180 estudiantes que tienen entre seis y nueve años en promedio.
Estos alumnos fueron reubicados en el SUM y en los módulos. La directora reconoció que en estos lugares las condiciones no son las mejores para que los niños estudien.
Es que en el SUM hay varios grados trabajando y en el caso de los módulos no podrían asistir todos los alumnos, ya que el aula resulta chica si se tiene en cuenta que debe haber una distancia mínima de 50 centímetros entre los estudiantes para evitar la propagación del covid.
La directora reconoció que hace poco más de un mes que la empresa encargada de la obra no están trabajando, ya que aseguró que "tuvieron un inconveniente con los planos. Igualmente, cuando vuelvan a trabajar aseguró que les solicitarán que prioricen los arreglos de algunas aulas que servirán para descomprimir el nivel de ocupación del SUM.
Por último, la docente negó que los chicos cuenten con un único baño, ya que aseguró que hay sanitarios para niñas y niños y además los módulos cuentan con baños químicos.
Por su parte, Alejandro Lampasona, director de Aérea de Educación Primaria, quien también participó de la reunión con los padres, contó que han conformado una comisión de papás que irán a entrevistarse con los funcionarios de Infraestructura de la provincia para que les expliquen sobre el avance de los trabajos.
Sobre las condiciones en las que están estudiando ahora los chicos, Lampasona explicó que buscarán reubicar a parte de los chicos que estudian en el SUM y aseguró que es posible que los reubiquen en un módulo alternativo que puede ser utilizado como aula.
Sobre el tema de los baños, el funcionario aseguró que él ha visitado personalmente los sanitarios y constato que cuentan con 8 unidades que pueden ser utilizadas por los chicos al mismo tiempo. Además aseguró que fue a revisar la baranda de la escalera que los papás aseguraron que se movía, dijo que no percibieron ninguna vibración, pero aclaró que igualmente trabajarán para dotar al lugar de mayor seguridad.
Mientras se avanza con estos trabajos los chicos de primer a tercer grado seguirán cursando con la modalidad de burbujas, es decir que de manera alternada se buscará que la mitad vaya al aula y el resto estudie desde casa hasta tanto se encuentre una solución.
"Nosotros pretendemos que los padres manden a sus chicos con tranquilidad, no queremos que tengan miedo, vamos a trabajar para que el edificio cuente con todo lo necesario", concluyó Lampasona.