Pequeños salieron de sus aulas para convertirse en soldados por un día

"Lo puedo tocar por favoooor", dijo Pedro Giménez, un nene de 6 años que llegó al RIM 22 luciendo su propio casco y una campera de color militar. Del otro lado la respuesta del soldado fue: "no podés tocar esto pero te explicó cómo funciona". Entonces el pequeño quedó como hipnotizado mirando la explicación que el soldado le daba sobre el uso de las armas y las diferencias entre los distintos tipos. 

Tras escuchar este relato, el niño salió disparado a la zona en la que hacían un circuito "cuerpo a tierra". Si bien estaba ansioso y quería pasar "ya", Pedro se sumo a la fila y espero impaciente su turno para ponerse el "caso de verdad" y poder hacer el circuito como todo un soldado. Con la mirada siempre atenta lo seguía su padre, Martín, quien aseguró que "desde siempre" su hijo ama el Ejército y sueña con ser soldado. "Mi hijo se siente feliz en este lugar", aseguró el hombre mientras trataba de seguirle el ritmo a su hijo que ya iba en camino a hacer otra actividad. 

La historia de Pedro es una de la de tantos chicos que fueron este martes a participar de una Jornada de Puertas Abiertas que cada año organiza el RIM 22 como parte de los festejos por el aniversario del Ejército. Desde las 9 hasta las 16.30 el Destacamento  recibió a cientos de chicos que fueron junto a sus escuelas o con su familia para conocer la vida en el Ejército. 

Además de los circuitos de ejercicios, el patio de armas estaba plagado de vehículos militares, que incluyeron los vehículos más chicos, hasta un camión de gran porte con tracción 4x4. Pero eso no es todo porque además de estos rodados nuevos, en el lugar había una cocina de campaña que los mismos soldados catalogaban como histórica. "Se utilizaba en el siglo XIX atrás se colocaba la leña y en la parte de adelante iban los soldados sentados, toda la estructura era tirada por mulas", explicó uno de los soldados a los chicos que no hacían fila para subirse al carromato y hacerse una foto allí. 

Más allá de las carpas militares, los equipos de comunicación o los grandes vehículos, otra de las cosas que llamó la atención de los chicos es la presencia de mujeres militares. Viviana López una soldado del RIM contó que son muchos los chicos que le preguntan sobre cómo es su vida. "Los chicos me preguntan si es muy difícil ser soldado y algunas chicas me dicen que quieren ser como yo", aseguró Viviana. 

La soldado de 35 años recibió la visita de sus dos hijos que jugaron junto a los otros chicos que llegaron al lugar. "Ellos están felices de visitar a su mami en el trabajo concluyó la soldado.