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Qué cambia y qué no en el INA tras el Decreto 396/2025, según su director en San Juan
Leandro Salvioli, desmiente categóricamente los reportes erróneos sobre la desaparición del organismo y aclara el verdadero alcance del Decreto 396/2025
Tal como lo anticipó DIARIO HUARPE el 23 de enero de 2025, este miércoles 18 de junio, el Gobierno nacional, a través del Decreto 396/2025, dispuso una profunda transformación y reestructuración en organismos clave del Estado. Entre las medidas, se oficializó la fusión entre el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (INPRES) y el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), y que el Instituto Nacional del Agua (INA) dejará de funcionar como un organismo descentralizado y se reorganizará como una unidad organizativa bajo la órbita de la Secretaría de Obras Públicas, dependiente del Ministerio de Economía. En este marco, DIARIO HUARPE dialogó con Leandro Salvioli, actual responsable del Instituto Nacional del Agua en San Juan (INA CRAS), para echar luz sobre la reciente reestructuración que atraviesa el organismo, frente a una serie de interpretaciones inexactas que circularon en medios nacionales y provinciales: "El INA no se disuelve" dijo Salvioli. "El Decreto, por lo que se ha publicado, transforma al instituto, pero no implica la pérdida de su integridad funcional ni el recorte de personal".
La medida del Gobierno nacional generó revuelo y una ola de desinformación. Algunos medios titularon que el INA sería disuelto, otros hablaron de despidos masivos. Sin embargo, Salvioli fue tajante: “No es así. No es así”, dijo, remarcando que la transformación no implica el desmantelamiento de la institución.
“El INA conserva su integridad”
Según explicó Salvioli, la principal modificación radica en el estatus organizacional: de ser un organismo descentralizado, el INA pasa a funcionar como una unidad organizativa dentro de la estructura del ministerio de Economía. “Lo que cambia es la figura jurídica y la dependencia administrativa. Pero el INA, como tal, sigue existiendo”, aseguró.
Frente a versiones que hablaban de la desaparición del instituto, el titular del INA en San Juan señaló con preocupación la falta de rigurosidad de algunos medios. “Algunos medios nacionales tomaron mal la información y un diario local puso un título pésimo y de mal gusto", dijo. "Eso generó confusión y alarma innecesaria”, afirmó.
Salvioli también resaltó que el nuevo esquema no pone en riesgo las funciones esenciales del INA ni su presencia federal. La reestructuración, dijo, implica una reorganización, pero no un vaciamiento.
Autonomía presupuestaria: lo que se pierde y lo que ya no estaba
Uno de los puntos más sensibles de la reestructuración es la pérdida de autonomía presupuestaria. El INA ya no manejará fondos propios, sino que su presupuesto será asignado y administrado directamente por el Ministerio de Economía.
“Seguramente vamos a perder autonomía en el manejo de fondos, pero en la práctica eso ya venía pasando”, comentó Salvioli. “Hace mucho tiempo que nuestro presupuesto es mínimo y se limita solo a sueldos. Los proyectos los financiamos autogestionando con unidades de vinculación tecnológica (UVT)”.
Este cambio, si bien formaliza una situación preexistente, implica nuevos desafíos. Para Salvioli, es crucial sostener la capacidad de generar ingresos a través de proyectos técnicos y convenios, una estrategia que ya aplican desde hace tiempo para sostener su actividad.
Rumores, edificios y el personal en la mira
En el marco del ajuste estatal, circularon múltiples rumores sobre una posible centralización de organismos en edificios compartidos. “Escuchamos como veinte mil novelas”, ironizó Salvioli. Sin embargo, aclaró que el decreto “no menciona absolutamente nada” sobre cambios edilicios o traslados de oficinas.
Otro foco de atención fue el futuro del personal. El funcionario diferenció claramente entre el personal profesional —que cuenta con respaldo gremial y jurídico— y el personal administrativo, cuya situación calificó como “más compleja”.
“Todo el personal profesional tiene defensa. El problema es el personal administrativo, que no tiene ese resguardo”, explicó. En San Juan, este sector es mínimo: “Nos quedan dos o tres personas, y una ya está por jubilarse. No hay mucho margen ahí para recortar”.
La buena noticia, en medio de tanta incertidumbre, es que el decreto no incluye cláusulas sobre reducción de personal. “Eso es lo poquito bueno entre tantas malas”, admitió Salvioli con realismo.
Un presente de incertidumbre, un futuro por definir
Sobre el cierre de la entrevista, el responsable del INA en San Juan se mostró cauto respecto a los próximos pasos. Más allá de lo que marca el decreto, reconoció que no existen aún precisiones sobre cómo se implementará la reorganización en términos operativos. “Hasta ahora, no hay ninguna otra definición oficial. Ni de abogados, ni de autoridades”, comentó.
No obstante, valoró que el decreto haya preservado la continuidad del instituto: “En este contexto donde a todo el mundo lo están recortando, al menos el INA mantiene su integridad”.
La situación institucional del INA queda así en una especie de limbo: con funciones intactas, pero sin autonomía presupuestaria; con la estructura preservada, pero bajo una nueva lógica de control ministerial. Lo único claro, por ahora, es que el INA sigue de pie. Y que, desde San Juan, su responsable busca dejar en claro que no se trata de una disolución, sino de una etapa distinta, con nuevos desafíos por afrontar.