Judiciales > Hubo acuerdo
Quedó sin efecto la compra polémica de una casa que hizo el Arzobispado en Caucete
POR REDACCIÓN
Finalmente la compra de una casa en Caucete que trajo escándalo en San Juan tuvo fin. El Arzobispado de San Juan y el vendedor dejaron sin efecto la operación económica tras la denuncia que recayó en la Justicia a través de los hijos del propietario, que denunciaron que el hombre tenía enfermedades mentales y no estaba en sus cabales para realizar la venta.
El abogado Rubén Lloveras, que representa al Arzobispado de San Juan de Cuyo, confirmó a DIARIO HUARPE que se firmó un acuerdo con el letrado que representa a los hijos del vendedor, Leonardo Villalba. Las partes acordaron un pacto que se llama distracto. Ahora solo falta que ese documento se presente en el Registro General Inmobiliario para que el contrato de compra quede sin efecto.
El acuerdo al que se arribó a último momento hace referencia a que la Iglesia Católica sanjuanina da marcha atrás con la operación. De esta manera, la parte vendedora le devuelve la plata y todo queda como si nunca si hubiera hecho la venta de la propiedad en disputa.
Lloveras reveló que los hijos del hombre que le vendió la casa se dieron cuenta de que transacción no se hizo de mala fe. Sin embargo, la causa por estafa sigue en la Justicia.
El caso salió a la luz hace una semana tras la denuncia de los descendientes del caucetero que vendió su casa por $1.000.000 al Arzobispado en diciembre de 2020. Los hijos se enteraron de esto en mayo y realizaron la denuncia en el Juzgado Correccional. En la mira de la Justicia por el delito de estafa están al obispo auxiliar Carlos María Domínguez, representante del arzobispado en la operación, y a la escribana Susana Celani, que también participó de la aparente compra irregular del inmueble.
Los hijos aseguraron que el hombre está incapacitado para vender su casa, ubicada en inmediaciones de calle Ignacio de la Roza, en el departamento caucetero. Que por ello, pidieron, antes de que se hiciera la compra de la propiedad, la curatela, una figura civil de protección del patrimonio, es decir, que alguien interviene por aquella persona que no puede valerse por sí mismo en los actos de su vida cotidiana. Por ejemplo, la compra de un inmueble.
Los denunciantes radicaron la denuncia pensando que el obispo auxiliar y la Iglesia se aprovecharon de la incapacidad de su padre para hacer de un terreno, que cuesta entre $10.000.000 y $12.000.000, por un valor mucho menor. Pero al parecer las sospechas quedarán atrás, salvo que el juez de la causa considere lo contrario.