Tras la muerte del papa Francisco, dos sacerdotes sanjuaninos hablaron sobre su legado

Dos voces eclesiásticas de San Juan de Cuyo se alzaron para reflexionar sobre el profundo legado que deja el papa Francisco, destacando su énfasis en la misericordia, la cercanía y la sinodalidad. El padre Andrés Riveros, sacerdote de la catedral, y Mario Robles, obispo auxiliar, coincidieron en resaltar la huella imborrable del Sumo Pontífice.

"El primer legado que dejó fue la misericordia", afirmó el padre Riveros en diálogo con radio Estación Claridad, subrayando que "todo su ministerio fue detrás del perdón, detrás del recomenzar, detrás del darnos una nueva oportunidad". Para el sacerdote, la misericordia fue el hilo conductor del pontificado de Francisco, manifestándose no solo en el Jubileo de la Misericordia, sino en cada uno de sus gestos y palabras.

"De la mano de la misericordia, la cercanía", continuó, describiendo al Papa como "hermano, padre, amigo". "Creo que se bajó del caballo", reflexionó, destacando su capacidad para "mirar al otro a los ojos, ni por encima ni por debajo, sino a los ojos sabiendo que el otro siempre es un prójimo". Esta cercanía, esta capacidad de empatía, fue una de las características más distintivas de su pontificado.

Un tercer aspecto clave del legado de Francisco, según Riveros, es "la sinodalidad". "Con este sínodo que lo acaba de concluir, eso es la sinodalidad, explicándonos que no hay otra forma de ir adelante que juntos", explicó, enfatizando la importancia de la colaboración y el diálogo en la Iglesia. "Somos hermanos todos, que nos necesitamos todos, cada uno en su propia vocación".

Por su parte, el obispo auxiliar Mario Robles destacó en una entrevista con radio Sarmiento la "fe comprometida, entregada, jugada" del Papa, así como su papel como "la voz de muchos que no tienen voz". "Por supuesto impacta en el mundo por su compromiso con los más pobres, con la paz, con la justicia", afirmó Robles, resaltando la relevancia global de su mensaje.

Robles también hizo hincapié en la "cercanía, la sencillez, la transparencia" del Papa, así como en su impulso a "una importante reforma en el interior de la Iglesia, dándoles paso a las minorías". Para el obispo auxiliar, Francisco fue un reformador que buscó hacer una Iglesia más inclusiva y cercana a la gente.

La no visita del papa Francisco a la Argentina

En cuanto a la no visita del Papa a Argentina, ambos sacerdotes ofrecieron sus perspectivas. "Habría sido muy hermoso que volviera a la Argentina, pero entendí siempre que el Papa no tiene un pelo de sonso, y si no encontró en la agenda el momento para venir, por algo habrá sido", reflexionó Riveros.

Por su parte, Robles aseguró que, aunque no vino físicamente, "su mirada estaba siempre puesta en su país natal". "Tenía una tarea mucho más amplia, aparte de nuestro país también. Todo el tiempo estaba pendiente del trabajo, del anuncio del Evangelio, de la realidad social, de todo acá", concluyó.