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Con atención, vecinos vieron cómo erradicaron un asentamiento

La gente de la zona observó cada uno de los sucesos que ocurrieron frente a sus casas, principalmente, el desfile de camiones que llevaron las pertenencias de 11 familias y las máquinas derribando los ranchos.

24 de diciembre de 2019

Un desfile de 14 camiones con las pertenencias de 11 familias se vio en la mañana del lunes en la erradicación del asentamiento El Triángulo que se hizo en el departamento de Caucete. Estos sucesos fueron observados por los pocos vecinos de la zona que pasadas las 8 comenzaron a salir a las puertas de sus casas para ver el despliegue del operativo en el que participó la Policía de San Juan y diversas reparticiones del Gobierno.

Con curiosidad y atención, las personas que viven frente a los ranchos vieron cómo salieron las familias ilusionadas con gran parte de sus pertenencias en cajas y bolsos. Las de mayor altura y peso, como los muebles, fueron cargadas de manera directa en las movilidades que se dirigieron a Pocito, departamento en el tendrán sus nuevas viviendas. Pasadas las 9.30 comenzaron a actuar las máquinas que derribaron cada una de las casillas realizadas con cañas principalmente. 

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Tras el traslado de las personas que vivían en el asentamiento quedaron solo algunos elementos en el piso, además de las cañas y adobes. Quienes recorrieron la zona pudieron ver cremas, baldes, juguetes y hasta un carrito para bebés.

Hubo algunos vecinos que cómodamente se instalaron en el frente de sus viviendas a ver cómo realizaban la erradicación. Una familia dijo sentirse “aliviada” ya que en varias ocasiones llegó a tener conflictos con algunas de las personas que vivían en el baldío en el que todo fue reducido a cenizas. Desde amenazas hasta apedreadas fueron algunos de los hechos que tuvo que vivir una mujer junto a sus dos hijos por lo que con alegría vio cada instante del operativo. “Vivo hace dos años acá y siempre decía `¿Cuándo se van a llevar a esta gente?´, pero también había gente buena”, dijo la mujer que prefirió resguardar su identidad por temor a represalias.

El vecino que vio a la villa nacer y llegar a su fin

Esteban Videla es uno de los vecinos de la zona que vio al asentamiento nacer y ahora quedar reducido a polvo y cenizas. “Cuando yo empecé a trabajar acá, hace 12 años había un solo ranchito y después se empezó a hacer la villa”, contó.

El hombre se colocó en la puerta de su casa junto a su hija para observar cómo derribaban los ranchos en los que vivieron personas con las que formó amistades y otras con las que tuvo conflictos porque “les gustaba lo ajeno”. No obstante, Videla destacó que en ese lugar conoció muy buenas personas, hasta hay niños a los que vio crecer por lo que, al ver el baldío sin los ranchos, su memoria recordó cada uno de los momentos vividos con los ciudadanos que allí estuvieron durante poco más de 10 años.

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Algunas postales:

 

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